Escenas de dramatismo se vivieron en los primeros minutos del domingo en San Nicolás. Allí, el argentino Hugo Santillán buscaba arrebatarle el título latino plata ligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) al uruguayo Eduardo Abreu.

Después de diez rounds, en los que terminó con la cara llena de sangre, el santafesino alcanzó a escuchar el fallo de los jueces, pero inmediatamente se desvaneció y debió ser trasladado de urgencia al hospital.

Santillán, de 23 años, quedó internado en terapia intensiva y en la mañana del domingo fue operado por un coágulo cerebral. Tuvo dos paros cardiorespiratorios y sus pulmones están comprometidos. Su estado es grave y el pronóstico, reservado.

El joven boxeador santafesino, con casi cuatro años como profesional, combatió en las últimas vueltas con la cara llena de sangre, consecuencia del duro castigo propinado por el uruguayo. Llegó hasta el final de la pelea en el Club Atlético San Nicolás. Sin embargo, duró apenas unos segundos más en pie.

Tras finalizar el décimo round, levantó los brazos y se paseó por el ring, como signo de triunfo. Pero rápidamente se evidenciaron sus dificultades para seguir parado. En vertical escuchó el fallo: un empate que le permitió a su rival mantener el título latino. Después llegó el dramatismo.

Cuando se desvaneció, sus colaboradores lograron sostenerlo y lo acostaron sobre la lona. Santillán recibió oxígeno. Ya el ambiente no era festivo. Algunos espectadores insultaban a Abreu, que --impactado por la situación-- no celebraba el resultado.

Tras cuatro minutos de atención médica en el lugar, lo subieron a una camilla y lo sacaron del cuadrilátero para trasladarlo al hospital, con el respetuoso aplauso del público y de su adversario. 

Santillán fue campeón sudamericano y latino en la categoría superpluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Es el actual número 2 del ranking nacional en su categoría. Tiene un récord de 19 victorias (8 por nocaut), siete derrotas y un empate.

Abreu, de 30 años, llevó su registro a 11 victorias (6 KO) y una derrota.

(Clarín)