La Municipalidad de General Pico realizó ayer, en conmemoración del Día de la Persona Sorda, la entrega de la primera tanda de obleas para identificar a las personas que integran la comunidad sorda de nuestra ciudad, con el objetivo de promover la inclusión y el respeto al volante.
A través de la ordenanza N° 640/22, quienes tengan una discapacidad auditiva recibirán la oblea cuando tramiten su licencia de conducir, y podrán colocarla en la parte trasera y delantera de su vehículo, para poder ser reconocidas.
De la entrega participaron la intendenta municipal, Fernanda Alonso; la secretaria de Desarrollo Social, Daniela Cabrino; el secretario de Gobierno, Seguridad, Educación y Cultura, Nicolás Mendoza; el director de Prevención y Convivencia Ciudadana, Pablo Gandino; la directora de Familia, Ivana Pérez Santillán, y 5 grupos familiares de personas sordas, que fueron las primeras en recibir este avance en materia de derechos e inclusión.
La iniciativa surgió de una demanda del Consejo Municipal de Políticas Públicas para Personas con Discapacidad, y fue recientemente instaurada a través de la ordenanza municipal.
Partiendo de la importancia de generar políticas públicas acordes a las necesidades de la sociedad, Pérez Santillán comentó: “Hay que seguir trabajando para lograr un ejercicio pleno de derechos, no sólo de las personas con discapacidad auditiva, sino de todas las personas que tengan alguna discapacidad”.
En relación a la documentación necesaria para que las personas sordas puedan acceder a este beneficio, Gandino destacó: “Al iniciar el trámite, deben presentar el certificado de discapacidad en el cual se acredite la hipoacusia, y realizar las gestiones comunes a todos los ciudadanos, para obtener la licencia de conducir habilitante. Una vez aprobados todos los requisitos necesarios, se les hará entrega del carnet y de la oblea. Cabe destacar que esta iniciativa no tiene que ver con el estacionamiento libre y gratuito para personas con discapacidad”.
La innovadora propuesta apunta a que las y los conductores, al advertir la presencia de la oblea, utilicen señales lumínicas en reemplazo de las sonoras, para evitar riesgos y accidentes.