Este viernes, hubo elecciones en el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de General Pico. Se presentaron tres listas y, tras un parejo escrutinio, la Naranja, encabezada por Jorge Andino, se impuso ante la verde y la celeste.

Casi tres años debieron esperar los afiliados municipales para que el interventor del gremio convocara a elecciones, luego de normalizar la situación de deudas aunque no hay hasta el momento información certera de qué recibirá la nueva conducción.

Según publicó El Diario de La Pampa, a la sede gremial de Avenida San Martín se acercaron 212 afiliados habilitados para votar. La Lista Naranja se impuso con 66 votos y la siguieron la Verde con 64 y la Celeste con 61. Sobre las 19 horas, y tras el recuento de votos, Andino se consagró.

Jorge Andino es capataz de recolección de residuos y su poderío lo había armado en el mismo Corralón Municipal. Es un hombre con pasado gremial, varios años atrás, cuando el SOEM fue conducido por el fallecido Tomás Carrizo. La nómina de la Lista Naranja la integran Darío García como secretario adjunto; Sergio Godoy, gremial; Paola Lucero, Administración y Actas; Ricardo Fernández, Finanzas, y Hugo de Dios, Prensa, más cinco vocales titulares y cinco suplentes.

En segundo lugar quedó la Lista Verde, que encabezaba Jorge Figueroa, quien aún es investigado por supuesta “usura” durante la última gestión al frente del SOEM, situación que derivó en la intervención del sindicato de los municipales. Figueroa conservó un grupo de adherentes, mayoritariamente en la parte administrativa, y tras el insólito “asesoramiento y acompañamiento” del interventor Carlos Larrandaburu durante el proceso de normalización apostaba a recuperar el sillón de secretario general.

En tercer lugar quedó la Lista Celeste de Adrián Arce, la misma agrupación que fue parte de la elección impugnada hace cinco años, tras la cual el gremio entró en un estado de acefalía con Figueroa atornillado en el sindicato y con una mirada distante del Ministerio de Trabajo de Nación, que debía tomar cartas en el asunto y lo hizo cuando el gremio ya se encontraba en un descalabro económico con sospechas de estafas y usura a sus propios afiliados.