La inflación, sobre todo la vinculada a los alimentos, golpea y no da tregua en Argentina. Un caso testigo es el de la carne vacuna: la demanda por parte de los argentinos de los distintos cortes bovinos se encuentra en mínimos históricos, luego de que los precios crecieran por encima del nivel general de la inflación.
A este problema con la carne vacuna, ahora se suma el pollo. Al ser uno de sus productos sustitutos, la carne aviar subió todavía más y en mayo acumuló un incremento interanual del 86%.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la inflación general fue del 5,1% en mayo y acumuló una variación del 60,7% en los últimos doce meses.
En la comparación interanual, se trató del dato más alto desde 1992. El IPC para el Gran Buenos Aires (GBA), por su parte, creció 4,8% en el quinto mes del año, para sumar un alza del 61,2% interanual.
Menos carne vacuna y más pollo
El incremento del pollo no se trata de un dato menor. Actualmente -por una cuestión de precios- los argentinos consumen prácticamente la misma cantidad de carne bovina que aviar.
Con este escenario, el aumento en el pollo golpea todavía más a los sectores con menor poder adquisitivo que justamente cambiaron su dieta por su menor valor.
"El precio de la carne se integra, entre otros, por el costo de la vaca, el costo del ternero y el alimento con maíz. Por lo que estiman que la incidencia del maíz en el costo de Hacienda alcanzaría valores cercanos al 8% del costo total. Pero a pesar de estos datos, se observa una correlación estrecha entre precio internacional del maíz y precio de novillito", detallaron desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
"En efecto, si bien el maíz no resulta ser el único costo en la formación del precio de la carne en mostrador, lo cierto es que pareciera operar como valor de referencia para la determinación del precio final. En definitiva, el incremento del precio del maíz puede explicar una pequeña parte del incremento del precio de la carne vacuna", remarcaron.
Por último, el CEPA indicó que "distinto es en el caso de la producción porcina y avícola, donde la incidencia del maíz resulta mayor. Para la Bolsa de Cereales, el maíz representa el 21% del precio (de Precios Cuidados) del pollo entero".
"Según la Universidad de San Martín (UNSAM) un incremento del 10% en el precio del maíz, redunda en un incremento del precio final (sin IVA) de casi el 3% en pollo, de 1,5% en cerdo y de sólo 1,25% en carne vacuna”, agregaron y concluyeron que: "ptros aspectos que pudieron impactar en la suba del pollo son la mano de obra y los costos por flete".