Pablo Vázquez, investigador de la estación experimental de Anguil del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), pronosticó que el verano puede tener otra vez severos incendios rurales: dijo que hay 2,4 millones de hectáreas en “alto riesgo” de quemarse entre noviembre de 2018 y marzo de 2019.
“A pesar de los severos incendios ocurridos entre noviembre 2016 y febrero 2018, aún persiste un remanente de 2.4 millones de hectáreas de alto riesgo para la ocurrencia de incendios durante la próxima temporada de fuegos”, expresó en un informe del INTA Anguil.
“Esto se debe a la presencia de una importante región no incendiada en más de 10 años, sumado a un proceso de acumulación de forraje durante el último ciclo productivo y a la presencia de áreas arbustizadas de manera generalizada en la región del Espinal”, agregó.
“Hasta el momento, la predictibilidad del modelo es cercana al 85%”, agregó. “Se aclara que este modelo identifica las áreas de mayor peligrosidad. Esto significa que cualquier área puede incendiarse, pero éstas son las de mayor riesgo y deberían tenerse en cuenta para una pronta verificación por parte de los organismos pertinentes”, alertó.
En el verano pasado se quemaron un millón de hectáreas en La Pampa. Los incendios incluso terminaron con la vida de los hermanos Iván y Federico Starkloff, que murieron a fines de diciembre pasado combatiendo los incendios en Bernasconi.