Desde el inicio de la cuarentena, las salas teatrales en todo el país están cerradas y los artistas, sin trabajar.

A pocos días del cambio de autoridades en el Instituto Nacional del Teatro (INT), las medidas derivadas de una contingencia excepcional ponen a prueba al flamante director, Gustavo Uano, y al Consejo de Dirección del INT que vuelve a funcionar con atribuciones y responsabilidades que fija la Ley Nacional de Teatro. 

Ricardo Bertone, representante de Córdoba, explicó al diario La Voz que en medio de la cuarentena obligatoria “pasamos de un autoritarismo extremo a cargo del director anterior, Marcelo Allasino, que desconoció el Consejo de Dirección y tomó al personal de planta como personal al servicio de su proyecto, centrado en la burocracia, a esta nueva gestión. El director anterior desvirtuó el sentido del INT. Estuvo muy lejos de ponerlo al servicio del desarrollo del teatro y ver cómo hacer para satisfacer al teatro y al público en sus demandas. Los hacedores de teatro debieron supeditarse a una burocracia instaurada. Por eso, al asumir la nueva gestión se presentaron dos desafíos: revertir la situación y recuperar la confianza perdida sin revanchismo”. 

Bertone comenta que en Gustavo Uano descubrieron un director ejecutivo con gran talento para dialogar y gran capacidad de hacer. Se suma Ariel Molina, representante regional de Patagonia, hoy elegido secretario general del INT. “Se potencian en la capacidad de hacer y en lo que dijo Uano: ‘no quiero grietas’. En las reuniones ha demostrado respeto al devolver el poder a los miembros del Consejo de Dirección. Esto está muy bien encaminado, con un espíritu de cuerpo consolidado en el que entendemos que la confrontación no sirve. Hay que analizar seriamente el futuro del teatro”.

En esa situación estaban el director y el Consejo cuando la realidad de la pandemia estalló. Días atrás, uno de los temas inmediatos, respondiendo a pedidos expresos de la comunidad teatral del país, era un plan de contingencia, al que se sumaba la situación del coronavirus, es decir, salas cerradas y artistas que no pueden trabajar.

“Es gente que dignamente hace esfuerzos enormes para vivir de lo que hace. Pensemos en gastos de luz y alquileres que hay que pagar”, comenta Bertone.

En la última reunión del Consejo de Dirección del INT se decidió un plan de contingencia, en respuesta a la emergencia sanitaria. Por lo tanto se aprobó el  Plan "Podesta" (Preservación Operativa de Elencos, Salas y Teatristas Argentinxs) Covid -19 que destina cien millones de pesos para su financiación. También encomienda a la Coordinación de Gestión Ejecutiva iniciar gestiones ante los entes que correspondan para solicitar reducciones en los cargos de tarifas de servicios, tales como: la electricidad, el gas, el agua, para los espacios escénicos de todo el territorio nacional.

En cuanto a las "ayudas especiales", se generan diversas líneas de apoyo excepcionales para atender a sectores registrados como beneficiarios de los subsidios del INT en el período 2018/2020. Incluyen: subsidio para la preservación de salas y espacios escénicos que hayan recibido subsidio de “funcionamiento” durante el período agosto 2018 - marzo 2020, diferenciando a estos centros de actividad teatral en dos categorías, determinadas por la capacidad de la sala declarada en el Registro Nacional del Teatro Independiente.

Habrá ayuda especial para sostenimiento de eventos y festivales; microcréditos (Convenio con el Fondo Nacional de las Artes, con aporte del INT), destinados a ofrecer préstamos personales a teatristas argentinos; creación de Comedias Provinciales con aporte del INT y gobiernos jurisdiccionales. Se convocará a la Asociación Argentina de Actores para el diseño de la propuesta.

Además, se realizarán planes especiales regionales para contener la demanda no revelada de teatristas no contenidos en las líneas de apoyo ya desarrolladas. Se trabajará en el plan de circulación y desarrollo de Teatro Callejero, Teatro Circo, Teatro de muñecos y Teatro Comunitario.

(La Voz)