El 7 de julio de 2018 Santiago Barabaschi fue apresado por la fuerza pública piquense luego que Solange Uvilla realizara una denuncia en su contra por presunto abuso sexual. Desde aquel entonces, el proceso judicial se ha ido prolongando por más de un año.

El 26 de junio del presente, el joven de 24 años fue sentenciado por un tribunal compuesto por los jueces Federico Pellegrino, Marcelo Pagano y José Bernal a seis años de prisión efectiva por considerarlo responsable del delito de “abuso sexual con acceso carnal”.  La pena generó satisfacción en el entorno de la presunta víctima, pese a que no era la esperada por familiares, amigos y las organizaciones sociales que la acompañaron durante todo el proceso. 

Tras el fallo de la Justicia local, el abogado defensor, Mario Aguerrido, apeló la decisión con una respuesta envuelta de polémica: el Tribunal de Impugnación Penal ordenó la sustanciación de un nuevo juicio contra Barabaschi.

Al analizar el ya realizado, al detallar sus fundamentos, los jueces reflejaron sus dudas en torno a la credibilidad que le asignaron al testimonio de la víctima -no respecto a la existencia del hecho pero sí en torno a cómo se sucedieron las circunstancias-, y ordenaron conformar otro tribunal que vuelva a juzgar a Barabaschi y vuelva a escuchar a la víctima y los testigos. 

Sumado a ello, se debatía la posibilidad que el imputado recobre la libertad a la brevedad ante la proximidad de la extinción del plazo de prisión preventiva.

El viernes 4 de octubre, en una audiencia de reexamen, la jueza María Jimena Cardoso extendió la medida de coerción hasta la realización de un nuevo juicio por entender que persistía el peligro procesal de fuga, tal como se había mencionado en primera instancia. 

Tres días más tarde, el representante legal del apresado presentó un “hábeas corpus” ante el Superior Tribunal de Justicia, el cual ordenó la inmediata libertad del acusado con normas de conducta, como la prohibición de acercamiento a la víctima y testigos.

Ante esta situación y luego de haber realizado un importante número de movilizaciones en las calles y espacios públicos de General Pico, la muchacha decidió ir más allá. Se presentó en las últimas horas en el programa conducido por Ricardo Canaletti, “Cámara del Crimen”, para visibilizar su situación. 

Entrevistada por el periodista, Solange y su madre respondieron todas las consultas planteadas, explicando cómo se sucedieron los hechos desde un principio. Ante las cámaras de televisión, ratificó que las relaciones se produjeron sin su consentimiento siendo forzada por Barabaschi, hasta el momento en que la pareja del implicado irrumpió en el lugar con insultos y golpes hacia él. 

Si bien la joven se encuentra en su total derecho a expresarse, resulta llamativa su exposición pública nacional cuando en nuestra ciudad distintos sectores solicitaron no mostrar su rostro para evitar su exposición. De igual manera, organizaciones sociales repudiaron el trabajo de los medios de comunicación locales aún cuando en las imágenes su identidad se mantuvo oculta.