Alrededor de las 12, los jueces Marcelo Pagano, Diego Ambrogetti y Federico Pellegrino condenaron al joven profesor de danzas a 20 años de prisión.

El caso se hizo público hace un año, más precisamente el 22 de noviembre de 2019. Ese día, el joven profesor de 24 años fue detenido cuando estaba a punto de emprender un viaje como encargado de una escuela de danzas y sus pequeñas alumnas. Una denuncia de abuso, desató una rápida labor policial que lo detuvo.

Luego de su formalización y prisión preventiva, el miércoles 14 de octubre del corriente año comenzó el largo proceso de juicio en el que se expondrían los hechos ocurridos, y se solicitaría una pena que lo condene.

La fiscal de la temática de Delitos que impliquen Violencia de Género y Familia, Ana Ruffini, fue quien llevó adelante la causa y, luego de conocerse que el profesor fue encontrado culpable, semanas atrás explicó que “Se conoció la sentencia que tanto estábamos esperando. Tuvimos un largo debate de dos semanas con más de 20 testigos. Satisfactoriamente para la Fiscalía, se lo condena por las figuras pedidas”, indicó Ruffini tiempo atrás.

Abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido por el encargado de la guarda como delito continuado, contra una menor de 11 años; abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido por el encargado de la guarda, dos hechos en concurso real, repetido con dos de las niñas de 13 años; abuso sexual con acceso carnal aprovechándose de su condición de inmadurez y la mayoría de edad del imputado, agravado por la guarda como delito continuado, respecto de la adolescente de 16 años, todos ellos en concurso real, fueron los delitos imputados.

La sentencia

El tribunal colegiado compuesto por los jueces de audiencia de juicio de General Pico, Marcelo Pagano, Federico Pellegrino y Diego Ambrogetti condenó a 20 años de prisión a un profesor de danzas, por cuatro hechos de abuso sexual diferentes.

El hombre, de 24 años de edad,  fue condenado como autor material y penalmente responsable de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido por el encargado de la guarda como delito continuado “- en perjuicio de una menor de 11 años-; “abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido por el encargado de la guarda reiterado (dos hechos) en concurso real” -en perjuicio de otra menor de 13 años-; “ abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido por el encargado de la guarda como delito continuado”- en perjuicio de una tercer menor también de 13 años- y “abuso sexual con acceso carnal de una persona menor de 16 años aprovechándose de su inmadurez, en razón de la mayoría de edad del autor y su relación de preeminencia agravado por la guarda como delito continuado” -en perjuicio de una cuarta menor de 16 años de edad; todos en concurso real.

La sentencia fue leida hoy luego de la audiencia de debate de fijación de pena realizada el 18 de noviembre pasado.

El debate se desarrolló en dos etapas, porque la defensa solicitó la  figura de “cesura del debate”, por aplicación del art. 343 del Código Procesal Penal. Este artículo permite que, cuando la pena máxima punible supere los 6 años, el defensor pueda solicitar la división del debate en dos instancias. En una primera instancia -durante los días 14, 15, 16, 19, 20 y 23 de octubre del corriente año-  en la Sala de Audiencias de Juicio de la Segunda Circunscripción Judicial, con la actuación colegiada del tribunal antes mencionado, la intervención de la fiscal Ana Laura Ruffini, en representación de la parte querellante de una de las damnificadas las letradas Leticia González y Alina Acebal, y en la defensa del imputado los defensores particulares José Mario Aguerrido y Raúl Quiroga; se debatió la participación o no del imputado en los delitos imputados. El pasado 6 de noviembre fue declarado responsable.

En la segunda instancia, se ofrecieron las pruebas -el pasado 18 de noviembre -y hoy se dictaminó la pena a imponer.

El tribunal tuvo en cuenta como circunstancias agravantes que “en todos los casos el encartado utilizó el mismo ´modus operandi´ de captación de niñas, las que se encontraban en un estado de vulnerabilidad".

También el Tribunal adhirió a lo planteado por la fiscal y la parte querellante, en cuanto a “la gran diferencia de edad entre el encartado (un hombre de 23 años) y una de las víctimas (una niña de 11 años), y en consecuencia la extrema vulnerabilidad de la víctima”.

Finalmente, entre otras circunstancias agravantes, tuvo en cuenta “el desinterés demostrado hacia las víctimas, ya que quedó probado que al imputado sólo le interesaba satisfacer sus deseos y fantasías sexuales, para lo cual utilizaba como objeto a sus alumnas menores de edad, sin interesarse por lo que ellas deseaban o por cómo se sentían, tal como señalara la Fiscal”.