En la pista santarroseña, Luisina -junto a su padre Cristian- realizan los últimos entrenamientos en suelo pampeano, antes de viajar rumbo a Santiago del Estero, donde continuará la preparación.

“Para cualquier corredor de bicicross es muy importante ir a un Mundial. La idea es que sea una experiencia muy linda”, dice Luisina en la previa de su viaje rumbo a Santiago, donde por estas horas entrena pensando en su primera participación mundialista.

“Estoy emocionada por lo que se viene, nos venimos preparando desde principios de año, y esperamos que salga de la mejor manera posible”, asegura ante la atenta mirada de su padre, quien será su compañero de viaje.

 La santarroseña también integrante de la Selección Juvenil Argentina, quedó ranqueada para representar al país en el mundial que se disputará en la pista de Rock Hill, en Carolina del Sur, Estados Unidos.

De la cita, que comenzará el próximo viernes 10 y se extenderá al miércoles 15, participarán más de cuatro mil pilotos de todo el mundo, y de Argentina será la única representante de su categoría.

Competirá en la categoría Damas de 14 años, en bicicletas rodado 20, donde correrá con más de 80 corredoras de todo el mundo, mientras que también participará en la categoría Crucero, para damas de entre 13 y 16 años, donde tendrá otras 60 rivales.

Dos categorías

Paz competirá en el Mundial de BXM en dos categorías distintas. “La principal es mi categoría, que es Damas de 14 años. Pero después voy a correr en categoría Crucero, que está destinada a damas de entre 13 y 16 años”, cuenta Paz. En ese sentido, destaca que su bici es nueva y más grande -rodado 24- y que recién el pasado sábado se subió por primera vez en una pista.

“Fue una sensación rara, porque era la primera vez que me subía a este tipo de bicis. Pero estoy muy emocionada por experimentar una carrera, y más en un Mundial”, sostiene.

“En el Mundial, a medida que vamos avanzando, nos vamos a encontrar con las mejores del mundo, y es muy difícil llegar a la final”, destaca.

Recursos económicos

Paz quedó ranqueada para participar del Mundial, pero para ello necesitó reunir el recurso económico para cumplir un sueño. “Toda mi familia siempre estuvo desde que arranqué a correr, que empecé a hacer el Argentina y a salir afuera del país”, sostiene.

“En mi categoría hay cupos que dan por países. De Argentina somos muy pocos los que vamos, porque también se necesita mucho desde lo económico”, sostiene. Y agrega: “Trabajamos mucho para eso, no sólo desde lo económico, sino también desde lo físico y lo mental”.

Primeros pasos

“Nunca me imaginé estar en un mundial. Siempre lo quise y fue siempre mi sueño”, sostiene Paz, mientras recuerda sus primeros pasos en la disciplina. “Mi primera bici era re chiquita. Yo había pasado por otros dos deportes y no que quería ir más. Yo quería hacer bicicross, siguiendo los pasos de mis hermanos y de mi papá, que en ese momento ya estaba en la Federación”, relata.

“Tuve que pedirle por favor a mamá que me dejara ir a entrenar, porque mi papá estaba re emocionado. Era divertido. A los 7 años tuve mi primera carrera, y luego empecé con el Campeonato Argentino. En 2018 quedé campeona, y ahí ya estábamos re embalados”, cuenta.

“A mamá le costó un poco, pero la terminé de convencer cuando se enteró que íbamos a escondidas a entrenar. Era lo que yo quería hacer”, sostiene entre risas cómplices con su padre. Y enseguida retruca: “Mi otro sueño es ser medallista olímpica. Es un sueño ir a los Juegos”.

 Santiago del Estero

Luisina, acompañada por su padre Cristian, partieron el martes rumbo a Santiago del Estero, donde realizarán entrenamientos en la pista de aquella provincia. “Entrenamos ahí porque es la pista más similar que tenemos en Argentina”, sostiene. “Es parecida respecto a las rectas, los saltos y la distancia en metros también. La de Estados Unidos es muy larga, y la de Santiago es la más similar que tenemos. La única diferencia es el partidor”.

Luego de los entrenamientos, los pampeanos partirán rumbo a Bolivia, donde el 7 de mayo tomarán vuelo rumbo a Estados Unidos, para ya meterse en “modo mundial”. “Una vez que llegamos a Rock Hill, tenemos la posibilidad de entrenar en la pista. Vamos a competir con gente de todo el mundo. Fue todo muy rápido, porque en lo económico necesitábamos mucha ayuda, y la Visa recién la tuvimos a fines de febrero”, cuenta. “Recién ahora mes cae la ficha”.

 (La Arena)