Hoy, 31 de mayo, festeja 75 años de vida una institución icónica del ámbito cultural y académico, cuyo edificio se encuentra emplazado en la zona centro de nuestra ciudad.

Este guarda entre sus paredes, cual gigantesca caja de recuerdos, miles de vivencias de cada uno de los que hemos tenido la fortuna de transitar en el  pasado por sus aulas, ya sea en el papel de alumno, docente o auxiliar docente.

Es que supongo que debe ser tema recurrente en las reuniones de ex alumnos recordar las alegres fiestas del día del estudiante, o la anhelada fiesta del día de la tradición, donde el Carnavalito bailado por los alumnos del último año de cursada era el número central ( y donde la algarabía no dejaba ver que en realidad era el comienzo del final como alumno), o más recientemente las cálidas jornadas de integración, como así tantas otras vivencias que forman parte de la vida de adolescente.

Por otro lado, como ex docente de la institución, y después de 30 años de recorrer sus aulas, son muchos los recuerdos que guardo de esta casa de estudio, y donde como es posible imaginar, algunos son una tibia caricia al alma y otros son difíciles de olvidar por su impacto sentimental, como la pérdida de un colega (Alberto Martínez, Roberto Petit, Silvia Machicote. Pido perdón si mi débil memoria me juega una mala  pasada), o el impacto que me produjo el día en el que no me permitieron ingresar al edificio producto del comienzo de la pandemia de Covid, y lo que en definitiva sería mi última visita, ya que inmediatamente posterior me llegaría el beneficio de la jubilación.

Por último, sabemos que una institución no es solamente un edificio, sino también cada una de las personas que a diario conviven en dicho espacio, y que en conjunto comparten ciertas creencias, costumbres y valores que hacen a la identidad institucional, por lo que me enorgullece haber formado parte de esta comunidad, que más allá de sus errores y aciertos, ha sabido forjar el carácter a muchos profesionales a lo largo de sus 75 años, mediante aquellos valores irrenunciables para esta casa de estudios, tales como la justicia, el compromiso, la cooperación, el esfuerzo y el mérito.

Feliz cumpleaños Colegio República de El Salvador.

Daniel Fornerón