El Parque de la Ciudad de La Rioja fue testigo de un suceso histórico. Los nombres de Enrique Angelelli y sus compañeros mártires fueron inscriptos como beatos de la Iglesia Católica.
Cuando el enviado del Vaticano, Angelo Becciu, leyó el documento del papa Francisco que los proclamaba así, los aplausos y la ovación de conmovieron al Parque de la Ciudad, en la capital de La Rioja.
Una multitud con gente venida de distintas partes del país se convocó este sábado soleado al pie del cerro del Velazco para seguir una ceremonia de beatificación que se inició a las 10.30 y culminó más allá del mediodía.
Junto al obispo de origen cordobés Angelelli fueron confirmados beatos los sacerdotes Carlos de Dios Murias (también cordobés) y Gabriel Longueville (francés, un grupo de familiares llegó especialmente), más el laico Wenceslao Pedernera. Los cuatro fueron brutalmente asesinados por la dictadura.
En el escenario estaba el episcopado argentino con sus cardenales y obispos. Funcionarios, gobernadores, sacerdotes, fieles, religiosos y peregrinos de distintos puntos del país y también del extranjero se unieron a esta celebración junto a los familiares de las víctimas.
Los mensajes del papa Francisco que trajo Becciu y las menciones a su figura fueron saludados con aplausos.