SÁBADO 20 de Abril
SÁBADO 20 de Abril // GENERAL PICO, LA PAMPA
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  VIERNES 11/12/2015
Zircaos vuelta al mundo. Capítulo 24: Isfahan, Irán
Abyaneh. Llegamos de noche, después de haber dejado la autopista que une Teherán con Isfahán y habernos metido por un camino estrecho cruzando montañas. Nuestra amiga en Teherán nos habló del lugar y nos aconsejó no dejar de visitarlo, y ahí fuimos.

Eran apenas las 17.30 de la tarde, la luz del sol ya se había ido y todo parecía abandonado, nadie en las calles, completamente todo cerrado y mucho, mucho frio.

Paramos en uno de los únicos estacionamientos para pasar la noche y éramos los únicos que estábamos en el estacionamiento. Parecía un pueblo fantasma, silencio. Solo un perro de vez en cuando se quejaba con un ladrido. Salimos a la calle intentando comprar algo de comida pero ni siquiera una lucecita esperanzadora de despensita abierta había. Volvimos a la camioneta y entretuvimos el final del día con algún ajedrez y tarea de la escuela.

Dormimos, claro está, muy tranquilos, el perro se durmió cómodamente sobre el colchón de hojas amontonadas en el borde del cordón. Cada tanto sacaba algún ladrido ronco.

Al otro día al levantarnos con ganas de un buen desayuno salimos a buscar algo para comer. Un grupo de seis señoras sentadas en el cordón al sol de la mañana nos dijo que alguien del pueblo había muerto y por eso que los negocios nos abrirían hasta la tarde. De la galera hicimos unos pancitos en la sartén, un buen vaso de leche y a descubrir el lugar. Más tarde pudimos comprar algo de fruta.

Veníamos con un paisaje de mujeres de negro por todos los lugares andados, rostros cubiertos, luto. Y la sorpresa de este lugar fue muy linda cuando vimos las vestimentas de la gente que vive en el pueblo. Las mujeres cubriendo sus cabezas, sí, pero con pañuelos floreados, en su mayoría blancos con flores rojas y sus faldas casi a la rodilla con polleras superpuestas de colores. Nadie pensaría que son musulmanas. Los hombres con amplios pantalones negros.

El pueblo es muy bonito, tiene alrededor de 1500 años de antigüedad y está situado en la ladera de una montaña, callecitas como laberintos, unas más finas, otras más anchas, algunas mejor transitables y otras muy precarias. Sus casas están totalmente construidas de adobe. El agua corre por especies de canales pequeños que recorren el lugar. Hay mucha paz, hay mucho silencio, todo es marrón y sus habitantes viejos. Hombres y mujeres sentaditos al sol como esperando algo. Otros con mejor estado transportando algo de comida. Algún burro paseandero y dos viejitas charlando bajo el alero de un balcón cubriéndose del sol.

No había mucho más, todo transcurría lento.

Cruzamos un rio que ya no existía y subimos al fuerte, una construcción bastante grande hecha de adobe que esta de cara al pueblo y que desde ahí se tiene una vista preciosa del lugar.

Volvimos a nuestra casita, el perro seguía ahí, muy tranquilamente, durmiendo calentito entre las hojas que crujían cada vez que cambiaba de posición.

Nos fuimos, tomamos nuevamente la autopista unos 40 kilómetros más adelante, regresando por el mismo camino. Curvas y verde.

A unos 400 km. al sur de Teherán (la capital de Irán) se encuentra Isfahán, una hermosa y grande ciudad atravesada por el rio Zayandeh, siendo este otro atractivo importante del paisaje urbano. Tiene casi dos millones de habitantes.

En esta ciudad está la mayoría de los palacios, puentes, mezquitas, bazares y jardines. Según las crónicas de los viajeros de siglos pasados era antiguamente la ciudad más moderna y prospera del mundo.

Llegamos cuando la tarde caía, demoramos mucho en conseguir un espacio para estacionar pero al fin terminamos en un lugar agradable, muy ruidoso porque era en una inmensa avenida pero al lado del rio, junto a un parque lleno de verde y juegos para los niños. Claro está que enseguida se acercó alguien a darnos la bienvenida y aconsejándonos algunos lugares para visitar.

Aprovechando que aún no era muy tarde nos fuimos a caminar a orillas del rio. Todo el recorrido tiene muchos kilómetros de parque muy bien cuidado, lleno de verde y de flores, grandes espacios con juegos para los más chicos, canchitas de básquet, mesas de ping pong y algún metegol.

Cruzamos el rio por uno de los puentes más bellos llamado Allah Verdikhan Bridge, el puente de los 33 arcos, construido en el año 1602. Nos encontramos con una construcción preciosa, con una iluminación perfecta. Lleno de gente, locales y algunos turistas, caminando y disfrutando de las últimas horas del día.

Pedimos un mapa en un hotel y planificamos el paseo para el día siguiente. Por la noche decidimos cambiar la camioneta de lugar, así que nos mudamos a una callecita más tranquila. Dormimos cómodamente bien.

Al otro día un buen desayuno y salimos a pasear por la ciudad. La camioneta quedo ahí, yo me fui con un mal presentimiento pero no quería hacerle caso, quería disfrutar del día y no pensar en nada negativo.

Caminando mucho llegamos a la plaza más grande de Irán y a una de las más grandes del mundo, conocida como Iman Jomeini, está rodeada por diferentes monumentos históricos como una mezquita al este y otra al sur, al oeste el palacio y al norte una de las puertas del Gran Bazar de Isfahán. Inmensos jardines y carruajes tirados a caballos invitando a dar un paseo.

Entramos al Gran Bazar. Un bazar es un mercado donde hay una gran variedad de cosas para comprar y servicios para ofrecer. Comidas, ropa, juguetes, dulces, especias, frutas y verduras, adornos, lámparas, todo lo que uno necesite lo encuentra en el bazar. Este de Isfahán es uno de los más antiguos y grandes de Medio Oriente. Se encuentra dentro de la calle cubierta de dos kilómetros que une la ciudad vieja con la nueva. Entramos en la parte de los negocios de alfombras y conocimos a Allí, hijo de un iraquí, nos invitó a tomar té, hablaba un español perfecto así que aprovechamos para que nos cuente un poquito como se hacen las alfombras. Nos contaba que están hechas en diferentes lugares de Irán. Por gente de la ciudad y otras por las tribus nómades. Totalmente a mano. Llegan a tardan hasta dos años en terminarlas. Es muy bello mirarlas detenidamente. Son obras de arte.

Más tarde, después de caminar unos kilómetros más llegamos a otra plaza muy grande donde en cuanto nos sentamos un grupo de señoras que estaban haciendo picnic nos invitaron con algunas frutas y frutos secos.

Recorrimos la ciudad durante todo el día, anduvimos por su parte vieja, por la más nueva y cruzamos otros puentes más adelante.

Isfahán es hermosa como todo nos decían... Regresamos de noche a la “camio” yo aproveche para ir a dar una vuelta por el barrio y comprar lo necesario para un desayuno rico.

Al otro día salimos a la ruta nuevamente y más adelante nos dimos cuenta que el día anterior alguien había querido entrar en nuestra casita mientras no estábamos. Suponemos que con un taladro rompieron la cerradura de la puerta del acompañante. No pudieron entrar!! Estamos protegidos contra todo. Increíblemente mi mal presentimiento no estuvo errado...

 

Que disfruten mucho de este capítulo!!!!!

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Abrazos viajeros para todos!!!!!!!

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