Está ubicada al noreste de Turquía, teníamos que pasar inevitablemente por ahí para esperar el Carnet de Passages en Douane (un carnet de la camioneta que se necesita para poder ingresar a algunos países). Nuestra amiga Manu nos lo envió desde Italia y una familia de Erzurum sin conocernos nos hizo el gran favor de darnos su dirección para recibir la carta en Turquía. Y lo otro muy importante fue que hicimos las visas iraníes.

En el consulado haciendo ese trámite, conocimos a Alex, un viajero ingles que anda por el mundo en bicicleta. Como teníamos que esperar algunos días hasta finalizar con los tramites cargamos su bicicleta y todos sus bártulos en la camioneta y nos fuimos a pasar unos días al Lago Tortum (100 kms. al norte de la ciudad).

No sabíamos muy bien adónde íbamos. Cuando llegamos nos encontramos con un lugar precioso, lleno de paz, un lago cristalino en medio de montañas grises, con agua planchada igual que una piscina. Unas pocas personas pescando muy tranquilamente, disfrutando del viernes (que para los musulmanes es como el domingo para nosotros). Paramos a la orilla del lago, abrimos el toldo de la casita y en un segundo teníamos armado el campamento que duró 4 hermosos días.

Hicimos entre otras cosas fogones, pesca, pudimos lavar casi toda la ropa, largas charlas con Alex, el viajero que duerme directamente bajo las estrellas, a la intemperie y que anda con su guitarrita de color azul metiéndole melodía a los días de viaje. Muchos litros de tés, desayunos bajo un sol tibio y cenitas a la luz de la luna llena.

El último día se sumó un viajero polaco que también anda girando por el mundo, solo, en una camioneta todo terreno.

Volvimos a la gran ciudad para tomar rumbo al este y llegar a la frontera de nuestro próximo destino... Irán.

Teníamos 330 kms. por delante hasta llegar a un pueblo a unos pocos kilómetros de la frontera, donde el paisaje empezó a cambiar de forma abrupta transformándose en gris, montañas, casas.

Hicimos noche en Dogubayazit, necesitábamos comprar gas y algo de comida.

Al otro día salimos en búsqueda de una garrafa de gas, necesitábamos poder pagarla con tarjeta de débito ya que no disponíamos más de liras turcas (la plata de acá). No pudimos concretar porque ninguna despensa que vendía gas tenía la maquinita para pasar la tarjeta, y ahí que vienen las decisiones a cada segundo del viaje... esta vez fue que cambiamos una de nuestras bicicletas por una garrafa de gas. Nosotros nos fuimos contentos, con la tranquilidad de tener agua caliente y cocinita durante un mes más y el señor de la despensa por adjudicarse una bicicleta Made in Italy con 7 cambios. Cosas del viaje...

Y así fue, Turquía nos despidió con un día lluvioso y gris, donde apenas el sol asomó por algunos minutos iluminando la cara de dos vendedores de trigo apoyados en la precaria puerta del negocio. La foto era perfecta para ilustrar el cierre de este viaje en tierras turcas, pero la atención estaba en otro lado, en no chocar a nadie y en que nadie nos choque en esta última pequeña ciudad cayéndose del mapa o haciendo equilibrio entre un país y otro.

Caótica como cualquier otro lugar a partir de acá, el caos asiático que hasta ahora venía siendo tranquilo comenzó a sentirse en este lugar. Carritos vendiendo frutas, gente, camiones, camioncitos, camionetas trasladando pasajeros, bicicletas, gente y más gente, era todo lo que se veía entre los precarios comercios con carteles de neón y calles de tierra. Alguien siempre parando para preguntar… que hacen acá? Entre señas y caras de descolocados.

Y nos fuimos... a las 13.30 de la tarde rumbo a la frontera, estábamos a solo 30 kms. pasando antes por el Monte Ararat donde cuenta la leyenda que en la cima están los restos del Arca de Noé.

La lluvia seguía y como último regalo de esta tierra turca maravillosa por su gente y su cultura un arco iris perfecto, como nunca habíamos visto antes, se contemplaba desde la ruta cruzando un pueblo pequeñito, donde los colores terminaban por encima de una mezquita blanca rodeada de montañas grises.

Gracias Turquía!! Gracias por tus bellos lugares. Gracias por esta gente hermosa que conocimos. Gracias por estos 70 días que estuvimos metidos en tus entrañas. Gracias por tanto amor!!!

Turquía… hasta la vuelta!!!

Que disfruten mucho de este capítulo!!

Abrazos inmensos para todos! Gracias por acompañarnos!!

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