Perú tiene muchísimo para conocer, perderse en sus paisajes, respirarlo. Su gente es amable y tan inmensa es su gastronomía que hasta dicen… Se podría comer un plato diferente cada día del año.

Las cholitas siguen adornando el paisaje con los colores de sus polleras, mientras cruzamos pueblos, subiendo y bajando, todo el tiempo, recorriendo los mercados locales donde se consigue de todo, fresco, barato y con una sonrisa. Campesinos, casas de adobe, animales, campos sembrados, colores que cambian con el correr de los kilómetros. Un alrededor donde siempre hay algo para disfrutar.

En el camino paramos a dormir en un pueblito demasiado tranquilo, silencioso y pequeñito llamado Tinta. Estacionamos en la plazoleta, solos, frente a la municipalidad, diría que ni un alma en las calles. Al otro día, casi a las 6.30 de la mañana alguien golpea la ventana, cuando me asome, sin entender mucho, un señor pregunto si vendíamos algo. Es que el día comienza con los primeros rayos del sol y termina cuando desaparece en el horizonte y todo queda a oscuras. No siempre hay electricidad en sus casas, por eso se aprovecha hasta el final el regalo de la naturaleza. Quiero decir que este señor andaba bien con los tiempos, los que estaban a contramano éramos nosotros. A media mañana volvimos a la ruta, nos quedaban unas cuantas horas hasta la gran ciudad.

Y llegamos a Cuzco, a la capital  histórica del país. Antiguamente capital del imperio inca. Es el principal destino turístico de Perú y uno de los más importantes del mundo. Ubicado en un territorio de montañas y valles multicolores, de selvas y bosques, de hermosas lagunas y ríos. El departamento de Cusco es considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad y su principal atracción es la Ciudadela de Machu Picchu, declarada una de las nuevas siete maravillas de la humanidad.

Cusco ofrece al viajero paisajes bellos, admirar su arquitectura incaica conservada en sus paredes y muros de piedra que evocan la grandeza de los hijos del sol. Ciudad de monumentos y reliquias históricas, de mitos y leyendas, que parecen renacer cada vez que uno la recorre. Llegar a la ciudad de Cusco, caminar por sus calles y disfrutar sus paisajes es transportarse directamente al pasado.

Cuando llegamos llovía mucho, nos reencontramos con otros viajeros y ahí nos acomodamos por unos cuantos días, más de lo pensado. Esa misma noche fuimos todos a dar una vuelta al centro, vimos muchísimos turistas, mucha oferta de restaurantes, hoteles, excursiones de todo tipo.

El lugar donde acampamos dentro de todo estaba muy bien, sobre una avenida y a pocas cuadras del centro. Estacionamos las tres casas rodantes y entre chilenos y argentinos se armó la vecindad. Mate que va y macita que viene…

En ciudades grandes suele ser muy difícil encontrar un sitio donde poder estar tranquilamente, por eso es que estábamos contentos con el barrio nuevo, buenos vecinos, mucho movimiento, hasta un señor el primer día se acercó a conversar y nos invito a almorzar y a pasear en su coche.

El aire que se respira en esta ciudad es increíble, tanta historia hay en sus entrañas que hasta se siente en la atmosfera, además en ese momento leía una novela histórica sobre la conquista, fue mágico el conjunto de sensaciones.

En Cuzco fue hacer una parada de varios días, hicimos escuela por las mañanas y paseamos bastante. En la ciudad hay muchos puntos turísticos para visitar, caminar y perderse en sus callecitas.

Un lugar importante y emblemático es la Plaza de Armas, donde está la catedral del Cuzco y el templo de La Compañía de Jesús, construidos sobre antiguos edificios incas. Los incas organizaron su división administrativa de manera que los límites de las cuatro regiones del imperio coincidieran en la plaza principal.

Caminar por el barrio de San Blas es otro de los atractivos, es donde se concentran los artesanos, talleres y tiendas de artesanía, es uno de los lugares más pintorescos de la ciudad. Sus calles son empinadas y estrechas con antiguas casonas construidas por los españoles sobre importantes cimientos incaicos. Tiene una hermosa placita y la parroquia más antigua de Cuzco del año 1563. Fuimos de tardecita y desde su mirador, observamos la ciudad. En esta calle que va desde la plaza de Armas hasta el barrio de San Blas, se puede apreciar la famosa piedra de los doce ángulos.

También está el Convento de Santo Domingo, construido sobre el Templo del Sol, los palacios del inca y una lista larga de maravillas arqueológicas e históricas.

En 1650 un fuerte terremoto destruyó casi todos los edificios coloniales.

Es impresionante como los incas trabajaron la piedra y construyeron su mundo, es difícil imaginarse como ha sido posible esa obra de ingeniería tan maravillosa y perfecta, donde nada esta librado al azar, todo tiene su lógica, su explicación. La energía, la inteligencia, la espiritualidad, la naturaleza, los dioses, todo está ahí… y se siente.

Cusco está rodeado también de impresionantes restos arqueológicos, como el Machu Picchu, la fortaleza de Sacsayhuaman, el complejo de Ollantaytambo y de Pisac, los andenes de Moray y los pueblos del Valle Sagrado, lugares increíbles por los que atravesamos para llegar a las ruinas más conocidas del mundo. Este valle fue muy apreciado por los incas debido a sus especiales cualidades geográficas y climáticas. Fue uno de los principales puntos de producción por la riqueza de sus tierras y lugar en donde se produce el mejor grano de maíz en el Perú. Hoy en el Valle Sagrado de los Incas existen hermosos pueblos coloniales que se crearon y que hoy muestran su mestizaje en arquitectura, arte y cultura viva.

Un lugar que no podíamos dejar de pasar, fuera del circuito turístico, es el Mercado Central de San Pedro, en el corazón de la ciudad. Allí, como en todos los mercados se puede ver la vida cotidiana de las personas del lugar. Hay una gran cantidad de puestos de comida y jugos de frutas, aperitivos y comidas preparadas. Si el clima es frio, una buena opción es el caldo de cabeza (de cordero) y si hace calor un rico y fresco ceviche (pescado crudo marinado en jugo de limón).

También se pueden encontrar puestos con productos traídos desde la amazonia, tinturas de hierbas y cosmética a base del sebo de algunos animales. Hojas de coca, chocolate, huevos de pescado, fetos de llamas, quesos, artesanías, tejidos, inciensos, flores, harinas y hasta yerba mate!

Cuzco es una ciudad preciosa, llena de movimiento en todas las horas del día, visitantes del mundo entero llegan para recorrerla, utilizándola como introducción para luego partir hacia el maravilloso Machu Pichu.

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