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  DOMINGO 10/12/2017
Un millón de fans despidieron a Johnny Hallyday, el máximo rockero de Francia
El Elvis francés tenía 74 años. Murió el miércoles. Fue un funeral conmovedor, con ataúd blanco, blues y poemas y con la presencia de los últimos tres jefes de estado. “Era una parte de Francia”, dijo el presidente Emmanuel Macron.

Millares de franceses despidieron a su héroe nacional espectacularmente. Con emoción y con alegría. Un funeral rock and roll para Johnny Hallyday. Un funeral popular. Un funeral de estado también, con el palacio del Eliseo transmitiéndolo en directo en su cuenta Twitter, el presidente Emmanuel Macron homenajeándolo con un discurso y los últimos tres jefes de estado y primeros ministros en la primera fila de la iglesia de la Madeleine de Paris, inclinándose frente a su ataúd. El adiós a un monumento venerado de Francia.

Al menos un millón de personas desafiaron el bajo cero y la nieve de la noche del sábado para el “Adieu” y la última comunión con Johnny Hallyday, la leyenda “yé yé” que acompañó su juventud, sus amores, sus tristezas y sus duelos, a lo largo de 60 años de carrera.

El “Elvis francés” tenía 74 años y se despidió también de París y de los suyos, en su último viaje por la avenida de los Campos Eliseos. Y su moto azul lo esperaba, estacionada frente a la iglesia, para acompañarlo en su nueva aventura.

Otros 700 motoqueros lo acompañaron por la misma avenida para recordar su pasión por los “bikers”. Entre ellos, el director de cine Claude Lelouch.

Fue un largo concierto, bello, con lágrimas y sonrisas. El último. Con sus canciones, sus músicos, tocando en la plaza de la Concorde. Franceses de todas las clases y edades se unieron gritando “Johnny” y luego, un silencio sepulcral, cuando la carroza se acercó por la Rue Royal a las escalinatas de la iglesia de la Madeleine.

Un funeral único, conmovedor, con rock, blues, ave marías, el ceremonial fúnebre católico y la mayor “melange” de “show Business”, políticos e intelectuales y los fans de Johnny, llegados de toda Francia y Bélgica. Un ataúd blanco, como el de Elvis Presley, y la armonía estética francesa del Palacio del Eliseo en la decoración de la iglesia, que parecía un set cinematográfico, con sus flores blancas y su pianista roquero y hippie, que tocaba Historia de Amor, de Edith Piaf.

El presidente Macron eligió ser protagonista. Era su amigo y su fan junto a la primera dama, Brigitte. Fueron los primeros en enterarse de su muerte en plena madrugada. Para respetar la laicidad francesa, eligió hacer el discurso en las escalinatas de la iglesia. ”Ustedes están aquí por él. Por Johnny Hallyday. Cerca de 60 años de carrera, 1.000 canciones, 50 discos. Y ustedes están acá. Siempre acá, todavía acá. Yo sé que ustedes esperaban que el surja de alguna parte. El estaría en una moto. Avanzaría sobre ustedes. Entonaría su primera canción y comenzaríamos a cantar con él. Al final, el presentaría a los músicos y ustedes aplaudirían, ustedes aplaudirían más fuerte para que no se acabe. Y en un suspiro, el no se atrevería a expresarlo demasiado fuerte, les diría que los ama. Si. Este sábado de diciembre es triste. Pero es necesario que nosotros estemos aquí por Johnny porque Johnny desde el inicio estuvo aquí por nosotros”, dijo el presidente Macron.

Y fue el presidente quien explicó este fenómeno social transversal que Hollyday representa:”Johnny era mucho más que un cantor, era la vida y una parte de nosotros mismos. Era una parte de Francia”.

Esta es la larga historia de amor entre Johnny y Francia. Copió desde sus inicios desde Buddy Holly a Elvis Presley, The Who a Jimmy Hendrix, se transformó con los años como un camaleón. Pero fue el único que consiguió vender completo tres noches consecutivas el Stade de France y que Jimmy Hendrix fuera su telonero en uno de sus shows. Sin embargo, fuera de Francia, Johnny nunca consiguió los mismos laureles “porque la lírica francesa es muy pesada para el rock and roll”, como el mismo decía.

Todas las mujeres de Johnny en la primera fila de la Madeleine: su esposa Laeticia, junto a sus hijas Jade y Joy, más Silvie Vartan, su ex mujer y gran cantante francesa, Nathalie Baye, Laura y David, sus dos hijos mayores, más Emma, Ilona y Cameron, sus nietos.

Sólo Johnny podía conseguirlo: que los franceses vieran entrar del brazo a la iglesia al ex presidente Francois Hollande y Julie Gayet, su nueva pareja en la primera exposición oficial, y nadie lo comentara oficialmente. Los dos protocolarmente instalados uno al lado de otro, junto a Nicolás Sarkozy y Carla Bruni y el actual presidente Macron y Brigitte, dos fans de Johnny. Era mucho más popular que ellos. La única “persona no grata” en el funeral fue Marine Le Pen, la líder del Frente Nacional.

En una mañana helada con cero grado, el cortejo fúnebre partió de Mont Valerien y pasó por la mansión de Marnes la Coquette, donde vivió y murió Johnny, tras sufrir un penoso cáncer de colón y de pulmón. Su escritorio se había transformado en hospital y allí pasó los últimos meses bajo intenso dolor. Detrás de la carroza fúnebre transparente, sobre la cual la gente arrojaba flores y gritaban Johnny, lo acompañaban Laeticia, su cuarto mujer, Jade y Joy, sus dos hijas adoptivas de origen vietnamita. Detras los amigos, mientras la gente acampanaba a lo largo del recorrido del cortejo para poder verlo pasar.

Denise llegó desde Gers. ”Pasé la noche en el ómnibus. Éramos quince y decidimos despedir a quien nos acompañó a lo largo de la vida. Johnny atraviesa las generaciones. Lo escuchaban mis padres y ahora lo escuchan mis hijos. Marie o Laura son simplemente canciones inmortales”, dijo mientras esperaba el paso de la carroza. En la espera, la gente cantaba L´ envie”, “Que je t´aime”, Marie, sus grandes canciones.

Al ataúd blanco lo subieron por las escalinatas sus amigos: su guitarrista Yarol Poupard y Pierre Billon en la primera línea. Luego su banda tocaría “Je te promets” y “Quelque Chose de Tennesee” frente a su ataúd, en una ceremonia donde la música y las palabras fueron equivalentes.

Llegó la hora de la despedida. Laeticia y sus hijas abrazaron el ataúd. Sus amigos se inclinaron por última vez. También los ex presidentes Francois Hollande y Nicolas Sarkozy. El presidente Emmanuel Macron abrazó a la familia. Johnny comenzó a salir de la iglesia. La multitud cantaba “Que je t´áime”. Los músicos de Johnny se subieron al escenario y comenzó un inesperado concierto. Todos cantaban y bailaban, como Johnny hubiese querido. Su familia lo enterrará mañana en St Barths, la isla caribeña donde pasaba tanto tiempo.

 

(María Laura Avignolo – Clarín)

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 10/12/2017 | 11:47 Hs
Enviado por hugo
Idolo frances que tenia un tono de voz especial. como tambien lo tenia el cantor de origen minero ingles Tom Jones. Quizas los jovenes de ahora de la Argentina no lo registren, pero en Europa y yo diria en el mundo fue un idolo total. Un tema que me gusta de Hohnny Halliday es Vivre pour Le Meilleur, pero tiene tantos otros como Laura, etc
 
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