El incidente ocurrió en una iglesia baptista ubicada en una pequeña ciudad a 45 kilómetros al sureste de San Antonio (Texas), en donde las autoridades desplegaron un fuerte dispositivo policial que incluye la presencia de agentes del FBI.
Un testigo dijo a KSAT12 que un hombre armado ingresó a la iglesia y abrió fuego contra los que se hallaban en el templo. Otro testigo, un cajero en una gasolinera cercana al templo baptista, señaló a la cadena CNN que escuchó unos 20 disparos “en rápida sucesión mientras se realizaba un servicio religioso”.
La Policía local dio a conocer que murió el autor de los disparos, aunque aún no dieron precisiones de las causas de su fallecimiento.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condenó el crimen desde Japón, donde se encuentra en el marco de su primera gira por países asiáticos. “Que Dios esté con el pueblo de Sutherland Springs, Texas. El FBI y las agencias de la ley (seguridad) están sobre el terreno. Estoy siguiendo la situación desde Japón”, escribió el presidente de Estados Unidos en su cuenta de Twitter.