¿Lomos de burro o lomos para burros? La instalación de reductores de velocidad sigue generando polémica en la ciudad. Mientras que algunos vecinos creen en su efectividad a la hora de controlar el tránsito, otros se oponen y entienden que no es la forma correcta para hacer respetar las velocidades máximas.
Este debate también se da en el ámbito del Concejo Deliberante de General Pico. Este jueves, durante la 20° sesión ordinaria, por unanimidad se aprobó la instalación de un reductor de velocidad en calles 4 y 23.
Si bien todos los concejales votaron de forma afirmativa el Proyecto de Ordenanza del bloque Frepam Cambiemos, también se encargaron de aclarar que no estaban de acuerdo con la instalación de los lomos de burro en la ciudad.
Desde el Partido Justicialista, Héctor Viola y José Luis Angelucci, señalaron su disconformidad con la implementación de reductores velocidad en el radio urbano. Los ediles del oficialismo consideraron que “con otras alternativas se pueden reducir los excesos de velocidad”, aunque adelantaron que en este caso votaron afirmativamente por la ubicación del lomo de burro, en calles 4 y 23, ya que hay una institución educativa y es por “razones de urgencia”.
Por su parte, Ariel Reinhard (Nuevo Encuentro) dijo que existen otras maneras de abordar la problemática del exceso de velocidad, pero se mostró coincidente con Viola y Angelucci, ya que en este caso se estaba ante la proximidad de una escuela.
Para finalizar, Guillermo Coppo (Frepam Cambiemos) también expresó su posición y puntualizó en la necesidad que existe, independientemente de los reductores o semáforos, de educar en las normas de tránsito.