El faltante del dinero fue detectado el pasado domingo 24, en vísperas de la Navidad, cuando el encargado del local fue al local a retirar el dinero que a través de un buzón abierto en la pared que da a la calle 23, depositaron cinco clientes por un valor que en total supera los 300.000 pesos.
De acuerdo a la denuncia radicada, ese dinero ingresaba por lo general entre las 17 y las 19, hora ésta en la que el encargado pasaba a retirar los montos depositados en el buzón, que desemboca en una sencilla caja ubicada en el interior.
El sábado 23, el hombre no retiró el dinero y el 24, cuando fue a hacerlo, descubrió que el dinero no estaba.
Se presume que con datos muy precisos, los ladrones introdujeron sus manos por el buzón y se hicieron del efectivo.
El local está ubicado frente a la Comisaría Segunda. Pero en esa esquina funciona también una heladería muy concurrida y en la ochava en diagonal una farmacia, por lo que resulta habitual observar gente que se detiene y permanece algunos instantes en la vereda.
Los investigadores aseguran que ese fue el modus operandi: así de sencillo como meter la mano en el buzón para robar más de 300.000 pesos.
Está claro que los pesquisas tienen muchas sospechas y que presumen que quienes metieron la mano conocían la modalidad de depósitos y que introduciendo el brazo se alcanzaba el dinero.
Con los datos recogidos, los investigadores efectuaron cinco allanamientos en la mañana del jueves y detuvieron a cuatro personas. También secuestraron alrededor de 50.000 pesos y dos vehículos que habrían sido utilizados en la maniobra delictiva.
Las fuentes consultadas aclararon no obstante que los resultados conseguidos son preliminares y que están en plena investigación, lo que puede arrojar otras novedades en breve.
El caso es trabajado por la Comisaría Segunda al mando del comisario Ricardo Padilla con intervención de la fiscal Verónica Campo y con la colaboración de la Brigada de Investigaciones, del Grupo Especial y del área de Criminalística.