“En 1979, en una entrevista periodística, el dictador Jorge Rafael Videla dijo una frase que con el tiempo se volvió tristemente célebre: “Le diré que frente al desaparecido en tanto este como tal, es una incógnita, mientras sea desaparecido no puede tener tratamiento especial, porque no tiene entidad. No está muerto ni vivo… Está desaparecido”.
La palabra “desaparecido”, tanto en Argentina como en el exterior, se asocia directamente con la dictadura de 1976, ya que el terror estatal tuvo como uno de sus principales mecanismos la desaparición sistemática de personas.
El objetivo de este día es recordar a hombres y mujeres cuya "desaparición forzada" constituye un crimen de lesa humanidad.
Por iniciativa de Fedefam (Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos) el 30 de agosto se conmemora el Día Internacional del Detenido Desaparecido.
Esta fecha constituye un aporte al fortalecimiento de la conciencia mundial sobre la persistencia de la práctica de la desaparición forzada de personas, catalogado como crimen de lesa humanidad por la OEA y la ONU.
Se inscribe, asimismo, en el trabajo que los organismos de derechos humanos realizan para influir en las políticas públicas nacionales e internacionales con el objetivo de prevenir toda forma de autoritarismo y consolidar la vigencia de los derechos y libertades.
En la última sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (Ginebra, 29 de junio de 2006) se aprobó el proyecto de Convención internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas.
El cautiverio, las torturas, el paradero oculto, y el asesinato de una víctima, pretenden favorecer deliberadamente la impunidad de los responsables, que actúan con el fin de intimidar o aterrorizar a la sociedad en su conjunto.
Los efectos de la desaparición forzada perduran hasta que no se sabe la verdad sobre la suerte y el paradero de las personas, prolongando y amplificando el sufrimiento que se causa a sus familiares y allegados.
Estos últimos, y especialmente, por su vulnerabilidad, los niños que fueron sustraídos de padres afectados, son considerados también víctimas de este crimen.
La “desaparición forzada” o “desaparición involuntaria de personas”, es el término jurídico que designa a un tipo de delito complejo que supone la violación de múltiples derechos humanos y que, cometido en determinadas circunstancias, constituye también un crimen de lesa humanidad.
Está caracterizado por la privación de libertad de una persona por agentes del Estado, grupos o individuos que actúan con el apoyo de éste, por lo tanto es imprescriptible.
Hoy ratificamos nuestro compromiso de lograr erradicar este crimen que ofende a la humanidad y pedimos justicia YA por todos los pampeanos detenidos desaparecidos”.