Estaba en el cumpleaños del hijo de una amiga y ya no daba más. Algo no me acompañó porque está medicado desde el lunes y tiene prohibido ver globos, pitos y matracas; los festejos de Cambiemos pintan ser su nueva pesadilla recurrente. Puse la excusa de que tenía que escribir la columna para irme del pelotero, en realidad no era excusa porque ya estaba entregando con retraso.

La semana pasada me quedé a mitad de camino con la presentación de José que tenía como finalidad única y loable el darle celos a Algo. "Entonces no podés ser amigo de Mora, ¿está claro?", en la voz de Algo, fue lo último que había desgrabado de la charla entre él y José. Ya saboreaba el triunfo de mi plan pero tuve que seguir escuchando.

_ Yo era el novio de una amiga de Lola, dijo, nervioso, José.

_ El viejo truco del novio de la mina fea con amigas lindas para estar agazapado a la espera, lo tranquilizó Algo.

_ ¿Quién te dijo que era fea mi novia?, se defendió José.

Algo puso su cuerpo en posición de obviedad y dijo sólo: "Y..."

_ ¡Y qué!, dijo José que suele alterarse fácil a veces.

_ Miráte nomás ¿Quién te va a dar bola? Era fea, no se asustó Algo. Y te levantaste a la fea, y le hiciste el novio a la fea y te comiste a la fea para acercarte a la amiga más linda que es Mora. Porque Mora es la mina más linda del mundo. Y cuando por fin pudiste estar más cerca de Mora le pegaste un voleo en el orto a la fea y la mandaste de nuevo a comer maní al zoológico, concluyó su deducción.

_ Ella me dejó a mí, dijo José en un susurro.

Algo pareció hacer causa de su tristeza y le dijo: "¡Ay hermano! Vos no necesitás una mina, necesitás un exorcismo multireligioso.  Vení. Vamos a buscar algo para tomar. Vos necesitás un amigo."

José sonrió como un chico con juguete o amigo nuevo.

_ Pero ese no voy a ser yo. No uso amigos. Y tampoco podés ser amigo de Mora así como así. De ahora en más si querés verla o hablar con ella o lo que sea, primero me pedís permiso a mí. ¿Estamos de acuerdo? ¡Ah! Y nada de saludarla con un beso, le das la mano, Algo le explicó el reglamento y lo llevó hasta la barra.

José pidió un jugo de naranja lo que automáticamente generó otra vez dudas en Algo que no confía en gente que no toma alcohol.

_ Definitivamente sos maraca.

José se quedó renegando en el aire porque Algo ya estaba con el tipo de la barra: "¿Tenés Fernet?"

_ No señor. No está dentro de la lista de bebidas, dijo el barman.

_ No te preocupes, yo no estoy dentro de la lista de invitados, dijo Algo.

_ Creo que puedo hacer algo señor, le hizo un guiño el señor de atrás de la barra.

_ Gracias amigo. Uno cargadito para mí… y a él (señalando a José) servíle algo para pensar, agradeció el gesto Algo.

_Yo también quiero uno, dijo José que veía que estaba quedando afuera.

_  No le sirvas nada con alcohol porque si no vas a tener que aguantar a un borracho contando que lo dejó una fea, Algo le cerró la puerta para ir a jugar.

Pasaron 6 Fernet en silencio con José pero ruidoso con el barman hasta que Algo lo rompió:  "No tengo amigos, no sé por qué tengo que aguantar a los de mi novia.  Bueno, te dejo con el barman y me voy a fumar a la plaza de enfrente."

_ Sos un amigo vos, le recriminó el barman.

_ Aguantar borrachos es tu laburo, le dijo Algo.

_ Aguantar a los amigos de tu novia es el tuyo, respondió el dealer de Fernet.

_ ¿Y desde cuando nosotros tenemos esa confianza?, dijo Algo.

_ Desde que me destrozaste la botella de Fernet, dijo el extra en esta cosa pero que está en las grabaciones.

_ Es una buena razón, igual te lo dejo. Después pedíle propina, dijo señalando a José.

_ No menos que una jubilación de privilegio, dijo el barman ante el festejo de Algo.

_ ¡Che, que están hablando de mí!, reaccionó José ante el bulling.

_ Si lo dejás acá, cuando vuelvas te sirvo agua mineral sin gas, siguió el de atrás de la barra que ya estaba acodado como si estuviese del otro lado.

_Eso es una hijoputez, dijo Algo.

_ ¿Y dejarme a éste que es?, siguió el mejor partener que hubiese podido encontrar Algo.

" ¡Váyanse a la mierda!", gritaba José cuando volví a encontrarme con ellos.

Algo y el mozo estaban tentados y José tenía una cara de culo al tono.

Algo me dio un beso y me dijo: "Me cae simpático el tipo este"

José que escuchó se encendió como un arbolito de navidad: " Después nos vamos a una fiesta de un amigo. Hay alcohol, hay caipirinha, hay porno, hay minitas; una fiesta loca, loca…"

_ ¡José!, le grité.

_ Eso es tu amigo, me metió fichas Algo.

_ ¿Cómo vas a invitar a Algo a…? ¡No es un amigo soltero, es mi novio!, me seguí enojando con José, tan enojada que se me escapó la palabra "novio".

_ Soy soltero, me dijo Algo.

Lo miré mal, muy mal, demasiado mal.

_ No te preocupes, no soy influenciable, dijo Algo a la sombra de mi mirada.

Lo de los celos me salió mal porque Algo y José tuvieron una semana de casi novios y yo me quedé con un par de anécdotas más para contar.

En la grabación seguíamos en "Maurishioland", en esta desgrabación ya estábamos en "La Big Maurishioland", la nueva dura realidad que tiene dopado a Algo.

Creo que le voy a meter pastillas en la bebida de ahora en más, está más tranquilito así.

Lo escucho balbucear entre globitos amarillos de baba, para mí que putea pero no se le entiende.