La propuesta partió de una inquietud presentada por la delegación ante la Dirección de Adultos Mayores de la provincia. La iniciativa fue aceptada de manera inmediata y acompañada por las autoridades del Ministerio de Bienestar Social durante los cinco meses de su desarrollo.

En el segundo año consecutivo de su puesta en marcha, el objetivo fue facilitar la articulación entre las redes formales e informales trabajando en la “apertura” de las residencias de larga estadía para mayores.

Es conlleva una doble dirección: hacia fuera, propiciando que los adultos mayores salgan en todas las ocasiones posibles y participen activamente en la vida familiar; y comunitaria hacia adentro, estimulando la incorporación de familiares, amigos u organizaciones de diversa índole que puedan vincularse con los residentes y con la residencia.