Cuando lo pusieron en la camilla, protegido con una férula especial en todo el cuerpo por posible lesión de columna o fracturas, el madrileño levantó el pulgar para señalar que estaba bien.
El Toro Rosso perdió la trasera del coche, inició medio trompo, golpeó las protecciones de la izquierda casi frontal, aunque fue la rueda delantera izquierda la que soportó el impacto.
Con la suspensión rota, sin posibilidad de usar la dirección o el freno, fue rozando el raíl hasta llegar a la escapatoria del ángulo de derechas de la curva 13. Cruzó muy rápido la escapatoria y se incrustó debajo de las barreras.
La posición en la que quedó el vehículo hizo que las asistencias tardarán unos diez minutos en poder acceder al piloto y necesitaron el apoyo de una grúa para levantar las barreras.
Sin embargo, el madrileño confirmó este mediodía en Instagram que está bien y espera correr e GP de Rusia en la jornada del domingo.