En función del resultado y el objetivo primario de avanzar a cuartos de final, los Pumas cumplieron la premisa. En pos de dar un paso adelante en el juego, quedaron en deuda. Una ráfaga en el primer tiempo y un buen cierre de partido le permitieron tener una victoria holgada que lo deja en las puertas de la clasificación.

Un triunfo ante Namibia, el rival más débil del grupo, el domingo próximo en esta misma cancha del Leicester City FC y los Pumas estarán por tercer Mundial consecutivo entre los ocho mejores.

Luego del buen partido ante los All Blacks y el gran segundo tiempo ante Georgia, el equipo de Daniel Hourcade llegaba con la misión de jugar en ese nivel lo máximo posible en los 80 minutos. Esa brillantez, no obstante, sólo se logró de a ratos, suficiente para ganar con amplitud ante un equipo muy físico y veloz, peligroso cuando lograba correr con la pelota, pero desordenado.

Para destacar, el hecho de que entre los 29.134 espectadores estaba Diego Maradona, que ovacionado por la buena cantidad de argentinos en varias ocasiones.

El equipo argentino formó con: Ayerza, Creevy (capitán), Herrera; Petti, Lavanini; Matera, Fernández Lobbe, Senatore; Landajo, Sánchez; Imhoff, De La Fuente, Moroni, Cordero y Tuculet. En el banco esperarán su oportunidad: Montoya, Noguera Paz, Orlandi, Alemanno, Leguizamón, Cubelli, González Iglesias y Agulla.

Tonga (como todo equipo isleño) realizó un juego muy ordenado, pero pudo lastimar con el juego abierto. Sin embargo, sus forwards se destacaron a la hora del contacto. (La Nación y Télam)