JUEVES 18 de Abril
JUEVES 18 de Abril // GENERAL PICO, LA PAMPA
Seguinos en
Compartir
Twittear
  MARTES 29/09/2015
Zircaos vuelta al mundo. Capitulo 19: Gente
Este capítulo está dedicado especialmente a las personas que se han cruzado en nuestras vidas durante estos dos meses en Turquía.

A esa gente que nos regaló un pedazo de su tiempo, que nos invitó a compartir lo mucho o lo poco que tenía, a la que nos invitó a dar un paseo por su pueblo, a la que nos preguntó qué necesitábamos y a la que simplemente se comunicó con una sonrisa.

A la gente que nos regaló ese segundo y así pudimos guardar su imagen para siempre.

En este capítulo aparecen solo algunas de las personas entre tantas y tantas que hacen más grande nuestro viaje.

Todo está siendo como lo imaginábamos cuando aún en nuestra casa de Argentina diseñábamos en el mapa el recorrido de los países que estaban más o menos dentro del camino elegido para llegar. Adónde? A ningún lado, la cosa es disfrutar del viaje mientras vamos para delante.

A diferencia de los otros años esta vez el embarque fue decisión tomarlo sin mucho rumbo, sin tiempos y sentimos que está siendo como lo imaginamos. Dejando que el camino nos lleve sin apuros, siguiendo al pie de la letra las propuestas de lo que se va presentando día a día y en esto tienen muchísimo que ver las personas que van entrando y saliendo de nuestras vidas y que lógicamente van quedando en nuestro corazón.

Es muy hermoso recordar todas las veces que al ratito de conocer a alguien ya estábamos invitados a su casa encontrándonos por ejemplo en medio de una familia multitudinaria cocinando en enormes fuentones de chapa, balbuceando algo en inglés, sin entendernos demasiado pero con ganas de compartir con estos viajeros un rato de sus vidas.

O a los que de pasadita en un pueblo nos invitaron a sentarnos a tomar té, en un bar, en un negocio cualquiera (del rubro que se imagine), en el parque, en la plaza, en una casa. Cada día pasa algo con alguien. La espontaneidad de este pueblo turco es increíble y lo hemos sentido desde que llegamos. Y la hospitalidad sin precedentes en todos estos años de viajes.

O terminar un día de juegos en el parque en casa de unas mujeres sirviéndonos te y llenándonos de frutos secos, uvas, masas. O estando sentados en una vereda con una sonrisa cálida una señora se acercó con el infaltable té y unas buenísimas porciones de torta casera. Que al siguiente instante pasaba un señor con una pila de finos panes rellenos de papas y cebollas, dejándonos algunos para la cena. Estar viajando, parar para cargar agua en alguna fuente y detrás nuestro un coche con una familia entera parando también para almorzar en una de las mesitas dispuestas alrededor de la canilla, y en un instante ya estábamos invitados a sentarnos con ellos desplegando toda clase de alimentos, frutas, panes caseros, quesos y obviamente no podría faltar el té. Despidiéndonos con abrazos y fotos.

Y la lista es interminable, es muy difícil poder contar cada uno, son muchísimos momentos que nos regaló esta gente hermosa. Ahora estamos en un lago, precioso, cristalino, solitario, con una montaña inmensa frente a nosotros, mucha paz, algunos tábanos, cocinando al fuego y tratando de pescar algo.

Ayer no sabíamos que íbamos a tener para la cena... cuando de repente pasaron dos pescadores dejándonos de regalo una canasta con unos 20 pescados medianos y uno muy grande. Conclusión; terminamos el día cenando una montaña de pescado a la plancha deliciosos, cosa que no teníamos pensado que ocurriese a no ser de ir hasta el pueblo más cercano a comprar alguno.

Y las cosas suceden todo el tiempo de esa manera y todo llega directamente desde el corazón de la gente. Y así nos dejamos llevar día a día, podríamos decir que el camino lo marcamos nosotros junto a la gente que se va acercando. Cuando estuvimos en Goreme, Capadoccia, antes de salir para la próxima ciudad muy simpáticamente pararon a conversar un argentino y un iraní, tomamos unos mates (primera experiencia del iraní con nuestra típica infusión) y charlamos un momento, eran pastores de la iglesia cristiana, nuestros planes de salir para Kayseri a las 2 de la tarde cambiaron por la invitación que nos hizo Mehdi (el iraní) a comer a su casa con su familia.

Terminamos en su casa almorzando con ellos una comida deliciosa, tomando ayran con hierbas aromáticas (bebida a base de yogurt que se bebe junto con la comida) y te, mientras nos contaban su historia de vida, escaparon de su país, refugiándose en Turquía (con destino incierto) solo por el hecho de ser cristianos tuvieron que huir de Irán antes que los mataran.

O como Mahmut, un niño Sirio con el que compartimos los días que estuvimos en Ankara, acampando en un pequeñito parque. Él vive con su padre y con uno de sus hermanos en un cuarto mínimo donde los acogió la gente de la mezquita de al lado. Quedándose por el momento sin su madre y sin otro hermano que salieron salvando sus vidas hacia Europa.

Historias... cuantas historias con las que nos vamos topando en el camino...

Y ni hablar cuando nos encontramos con otros viajeros... buenísimos esos momentos porque se siente que vamos en el mismo camino, y vamos tras las mismas cosas de la vida y se agradece compartir esos días con esta gente aventurera. Porque estamos todos lejos de casa y momentos como esos hace olvidar la sensación de desamparo transitorio.

Así fue el caso de Olivier, por ejemplo, un viajero que anda por el mundo en bicicleta desde hace 7 años, además entre su equipaje lleva también su parapente volando desde toda montaña que se le cruza. Íbamos en direcciones opuestas, nos cruzamos en la ruta que cruza el norte de Turquía, que va desde Estambul a Erzurum, y entre señas paramos. En diez minutos que duró la charla al costado de la ruta aceptamos la invitación del francés, para pasar lo que quedaba del día juntos y acampar por ahí para compartir la noche  y una rica comidita. Retrocedimos unos 15 kilómetros encontrando un lugar en medio del campo, el armó su carpa, preparamos la comida y fue un día hermoso, compartiendo una larga charla y una rica cena.

Al otro día muy temprano, como a las 6, siguió su camino.

Ahora estamos en un lago a unos 100 kilómetros de Erzurum, en el noreste de Turquía, vinimos a pasar unos días a este lugar esperando que llegue desde Italia el ultimo papel que necesitamos para poder cruzar la camioneta a Irán (viajar también tiene demasiada burocracia para muchas cosas).

Llegamos a Erzurum (que es la última ciudad grande antes de pasar a Irán) para sacar la visa y en el consulado haciendo el mismo trámite conocimos a Alex, un viajero ingles que anda en bicicleta y nos vinimos al lago a compartir unos días juntos. 

Y así es la vida... todo va y viene. Tranquilos, sin tiempos y sin rumbos demasiados definidos. Dejándonos llevar por el viento y por las propuestas de la vida en el camino.

Impresionados con el afecto y el cariño del pueblo turco que tanto vamos a extrañar, aunque ya nos han dicho que en Irán es aún más.

Abrazos para todos!

Gracias por acompañarnos!!!

Hasta el próximo capítulo!!!

 

Sigannos en Facebook: ZIRCAOS VUELTA AL MUNDO

O suscribanse a nuestro canal de youtube: ZIRCAOS

Comentarios
 
ACLARACIÓN: No se publicarán insultos, agravios, ni cualquier otro texto con términos injuriosos.
Tampoco se publicarán comentarios con mayúscula fija.
No observar estas condiciones obligará a la eliminación automática de los mensajes.
 
Escriba su comentario



Diseño y diagramación: A P