La obra protagonizada por José Miranda y Leandro Ghiglione cuenta la historia de Martirio y Consuelo, dos personas recluidas en un edificio de departamentos, habitan un mundo paralelo saturado de delirios y nostalgias por un pasado mejor. La realidad exterior sigue por sus carriles.
El edificio se incendia, es evacuado, el fuego sofocado, pero éstas no tienen por qué saberlo. Mientras esto sucede, despliegan la relación sádica que las une y sus juegos más macabros con los que se divierten coqueteando con la muerte.
La dirección, el diseño de escenografía y las luces son de Gabriel Peralta, el diseño de diseño de vestuario lo realizó Estela Sappa, el diseño y realización de la banda de sonido estuvo a cargo Leandro Ghiglione, los elementos escenográficos y la utilería son un aporte del Grupo de Teatro Comodín, y la operación técnica está a cargo de María José Suarez Alonzo y Gabriel Peralta.