MARTES 23 de Abril
MARTES 23 de Abril // GENERAL PICO, LA PAMPA
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  LUNES 03/08/2015
Entre canas y cana
MORA SAÁ
Fui a tomar el té a lo de una de mis pocas amigas. Por suerte era una reunión sin maridos, sin hombres. Algo andaba raro y esquivo, hablábamos todos los días por teléfono pero él seguía atrincherado en la casa de su madre; sabía que era un territorio al que yo evitaba ir.

Algo nunca aguantaba tanto a su madre, ni a la mía. Yo tampoco me banco a mi madre que anda con ganas de venir a visitarme. Cómo mis negativas y mis excusas no le llegan, o sí le llegan pero no les importan, abandoné la idea de persuadirla de lo contrario.

_Ya terminan las vacaciones mamá, le dije antes de ayer.

_ No me importa, soy jubilada, me contestó.

Así es mi madre la que está por venir.

Me había colgado de ese pensamiento para no interactuar mucho en la puesta en escena de la hipocresía femenina.

“¡Estás re flaquita!” “¡Qué lindo te queda ese vestido!”, eran afirmaciones ante la llegada de una chica a la que yo no conocía. Yo no sabía cómo había sido el antes pero el ahora de flaquito no tenía nada y el vestido le quedaba como a un matambre atado con 4 hilos.

Menos mal que no había ido con Algo, no tiene filtros a la hora de hablar. Según mis apreciaciones y observaciones, Algo tiene Síndrome de Tourette. Es un mal neurológico que además de producir tics motores que van y vienen, en sus casos más críticos está asociado con la exclamación de palabras obscenas o comentarios socialmente inapropiados.

Igualmente el comportamiento de los hombres es más directo, más sincero y más constructivo aunque no lo parezca. Se dicen cosas como: “Estás hecho mierda”, “¿Te estás dejando la barba y la panza?”, cosas que jamás les diríamos a alguna amiga nuestra de frente, pero después será despellejada viva por retaguardia.

Algo llegó a traumar al marido de la anfitriona con el tema de su calva. Cada vez que lo veía le decía cosas como: “Cabeza de huevo frito”, “Cabeza de rodilla”, “Peinado cabriolet” y otras que no recuerdo. Lo molestó tanto que el tipo se hizo un implante de pelo; ahora Algo le dice: “Cabeza de muñeca”, “Pelo prestado”. Algo no tiene paz, el marido de mi amiga tampoco.

La reunión era muy british pero parecía un paro docente de alto acatamiento: cero clase.

Hace 200 años echamos a los ingleses 2 veces con agua hirviendo y ahora hervíamos el agua para hacernos el “five o clock tea”, una de las peores conquistas del colonialismo. A la cosa le faltaba birra, queso, aceitunas, un tema interesante y algo para pensar.

Me fui a la peluquería, tenía turno para ocultar mis nuevas canas y ya que estaba había decidido cortarme el pelo.

El hombre no tiene la capacidad de cambiar, de evolucionar; siempre es lo mismo. Y por supuesto, lo que hace años te parecía divertido ahora lo hace un tarado. Nosotras nos cortamos el pelo y automáticamente somos otras; entré yo a la peluquería, iba a salir otra Mora.

Tintura, tijeretazos, cosas de peluquería y me fui.

Caminé, decidida, hasta la agencia dónde trabaja Algo con la única esperanza de que se diera cuenta de mi cambio; la esperanza es la fe de los ateos. Antes de que pudiera seguir filosofando lo veo a Algo saliendo de la agencia y a los gritos.

_ ¡Andate a la puta que te parió! Tenés 2 autos de mierda y te comportás como un oligarca de mierda. ¡Esclavista! Vos sí que sos La Patronal. ¡Y te cago a trompadas si me decís algo! Y denunciáme. Y te meo todo el auto, y denunciáme. Y me llevo las llaves, y denunciáme si no tenés duplicado. ¡Ah! Y si encontrás algo tirado en el piso del auto son mis riñones.

Algo pegó portazo, giró y me vio. Me dio un piquito, cosa que me gustó porque había sido algo auténtico y espontáneo.

_ ¿Qué hacés?, le pregunté.

_ Busco laburo, ayudame y denunciáme.

No le di bola pero ya sabía que Algo estaba siendo titado por una mala idea y no había forma de pararlo, con Algo es dejar que se pegue el palo y después decirle: “te lo dije” (momento de placer si los hay)

_ ¡Gordo puto!; le gritó a uno que ni era gordo ni puto. ¡Denunciáme al Inadi si no te gusta!

Pasó una mina y la encaró y le dijo: “Hacé de cuenta que te dije algo inapropiado, una guarangada, la peor que se te ocurrra. Así que andá y denunciáme” La mina se rió, eso ya no me gustó, tal ver era hora de intervenir.

_ Pará que parecés un loco, le dije.

Me miró y me dijo: “Estás despeinada”. Esa fue la versión romántica de Algo para notar que pasé por la peluquería:

_ Fui a la peluquería, le aclaré sin ternura.

_ Te cortó con un vidrio, me dijo el muy choto sin filtro.

_ ¡Sos un forro!

_ Denunciáme si no te gusta. Denunciáme por maltrato pero el hijo de puta es el peluquero no yo. Por lo menos que te devuelva la guita si no le da para indemnizarte.

Y me calenté y lo puteé a Algo y mucho más al peluquero. Todos los seres humanos somos capaces de matar. Toda mujer puede llegar a matar a su peluquero.

_ ¡Dejá que voy yo y lo emboco! ¡Soy tu vengador! Ese seguro es medio maraca y me denuncia. Ahí hay un cana, voy, lo puteo y me mete en cana seguro. Si no le alcanza le prendo un porro en la cara. Sí, vamos a hacerla más fácil, dijo el enajenado.

Algo encaró decidido hacia el policía y ya le crucé el cuerpo `porque el muy boludo no iba a parar hasta comerse una causa por narcotráfico. Lo disuadí con la promesa de una buena peli y un vino.

Ya ver a Algo sentado en el sillón haciendo zapping me causó cierto bienestar, pero tal vez era producto del nuevo corte de pelo.

_ ¿Por qué querés ir preso?, tuve que preguntarle si quería saber si su mala idea ya lo había soltado.

_ Necesito laburo y no pude entrar a Gran Hermano.

_ ¿Y?; volví a tener que preguntar porque no me había respondido, algo que Algo suele hacer muy bien.

_ 6 lucas, casa y comida. Me sirve.

Ahora sí. Sentí que habíamos vuelto a nuestra extraña cotidianeidad, a nuestra normalidad. Todo ya estaba encaminado, por las dudas no le dije que mi madre estaba al acecho para venir. Le hubiese dado un argumento más para ir preso.

_ ¡Che! ¿Todavía no hicieron la película del judío apuñalando travestis?, preguntó a nadie.

Algo ya estaba mentalmente estable, su humor estaba en tiempo y espacio.

Comentarios
 
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 04/08/2015 | 00:08 Hs
Enviado por La Única
"Te cortó con un vidrio" JAAAAAAAAAAAA JAAJAJAJAJJA casi me morí!!!! Naaa es moyyy boeeenaa!!!!
 
 03/08/2015 | 02:01 Hs
Enviado por Merce
Algo no sé si es un hombre estable...ja ja ja. No se si ponerme contenta o darte el pésame. .jajaja
 
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