Río — Márcio Mothé, coordinador de Derechos Humanos del Ministerio Público estatal, solicitó a la XVIII Fiscalía abrir una investigación criminal para determinar las circunstancias de la muerte de Adílio Cabral dos Santos.
El hombre fue golpeado por un tren el martes, después de saltar un muro y un acceso a la línea del tren, cerca de la estación de Madureira. Falleció en el acto.
Minutos más tarde, los directivos del servicio autorizaron a otra formación a pasar sobre el cuerpo, para no interrumpir el tráfico de la línea.
Mothé calificó el episodio de "atrocidad contra los derechos humanos".
El vendedor murió después de acceder a las vías y antes de retirar su cuerpo, un operador da las señales de tráfico a otro tren para pasar sobre el cadáver.
Un pasajero filmó el momento y según testigos, otros dos otros trenes también pasaron sobre el cuerpo.
La divulgación de las imágenes causó gran indignación. El antropólogo Roberto DaMatta dijo que, al ver la escena en la televisión, pensó "abandonar el planeta":
— Quiero embarcarme en una nave a Plutón, donde no hay nada, ya que este caso demuestra la pérdida total del sentido de la humanidad. Incluso enemigos mortalmente heridos en batalla tienen derecho a un trato digno. Estoy horrorizado, es demasiado triste ver una escena así. ¿Qué será del alma humana? — lamentó el antropólogo.
SIN SABER QUIÉN ERA LA VÍCTIMA, LA FAMILIA VIO LA ESCENA POR TV
Adílio, de 33 años, vendía dulces en Madureira y vivía en el Morro da Serrinha, en Río. El viernes, su madre, Eunice Souza Feliciano, de 61 años, lloraba al recordar cómo se enteró. Ella estaba almorzando cuando vio en la TV un tren pasando sobre el cuerpo de un hombre atropellado por un coche en las vías del tren.
Eunice estaba indignada, pero solamente después se enteró que la víctima era su propio hijo.
— Lo que hizo el conductor fue vergonzoso. Fue demasiado triste, inhumano. ¿Cualquier empleado de la SuperVia lo haría si fuera un miembro de su familia?, se preguntó.
(O Globo)