Para crear el efecto de Will “volando”, Alan Lawrence sólo lo levanta con sus brazos, toma la imagen y luego él se borra con un programa de edición.

“Mi amor por él tiene cierto sentimiento de culpa por haber pensado tan negativamente cuando supimos que Will tenía síndrome de Down. A veces pienso que le debo más amor como modo de pedirle perdón, pero entonces me doy cuenta de que no tiene que ser así. Estoy seguro de que si pudiera hablar me habría perdonado muchas veces y no necesitaría mis disculpas”, asegura su papá.

Además agrega: “Mi esposa y yo teníamos cuatro hijos increíbles y nos emocionó darnos cuenta de que nuestro quinto niño fue bendecido con la habilidad de volar. Su nombre es Will y ha cambiado nuestras vidas”, relata el hombre en Thatdadblog. En ese sitio comparte también las vivencias con su familia, quienes suelen movilizarse en una casa rodante, en una pequeña comunidad ubicada en Utah, Estados Unidos.

Este orgulloso fotógrafo tiene pensado lanzar un calendario con las imágenes, algo que le permitiría recaudar fondos para ayudar a organizaciones que ayudan a niños con síndrome de Down. ¿La meta? Que todos los niños puedan sentirse superhéroes.