Lo que parecía un hecho aislado y que se limitaba a lo curioso, resultó ser una verdadera catástrofe productiva para los vecinos de Colonia El Simbolar de Santiago del Estero y zonas aledañas.

La histórica “invasión” de langostas que se produjo durante la tarde del lunes causó estragos en diversas localidades, según informaron los perjudicados a Nuevo Diario.

El CPN Juan Domingo Roitman, funcionario y productor agropecuario explicó que los daños en las cosechas se extienden por diversas localidades que se encuentran en los departamentos Robles y Figueroa, entre las que se encuentran Urito Huasi, La Cañada, Colonia El Simbolar, San Andrés, Villa Hipólita y Buey Muerto, entre otras.

La zona afectada se extendería entre 1.000 y 1.500 hectáreas y las pérdidas de cosechas de zanahoria, cebolla y alfalfa, serían millonarias.

“Hace 42 años que trabajo como productor y es la primera vez que se produce una situación de estas características. El cielo se vio totalmente negro y cubierto, fue tremendo. Todos estamos tratando de ayudar para que esta situación pase lo más rápido posible”, argumentó Roitman.

Los productores fumigaron los sectores donde se asentaron las langostas, pero al mantenerse a una altura de 7 u 8 metros “no llega a producirse el efecto esperado”. Por este motivo “los agricultores están dando vueltas alrededor de los lotes de zanahoria, cebolla y alfalfa, tocando bocina o haciendo humo para matarlas. Por ahí (las langostas) se tiran sobre los sembrados, comen y vuelven a volar. El daño es muy grande”.

Hasta el cierre de esta edición, los productores, con la ayuda de vecinos, continuaban trabajando sobre los lotes sembrados para tratar de mover la “nube de langostas” que persiste aún en toda la zona.

“La solución es una fumigación aérea”

Juan Carlos Carrillo es otro trabajador que aún no logra asimilar las pérdidas ocasionadas por esta “invasión” de langostas.

“Mis padres contaban que vivieron situaciones como ésta, pero en mis años de trabajo jamás vi algo así”, argumentó.

Los insectos “no dejan árboles, sembrados, no dejan nada a su paso. En 10 minutos que se han asentado sobre la zona, comieron todo”.

“Se asentaron en un solo sitio y era fácil matarlas, pero con el paso del tiempo se fueron sectorizando y ya se complicó todo”, relató. Una de las soluciones más efectivas que sugieren los productores es el paso de dos avionetas fumigadoras sobre la zona. “De esta forma se trabajaría en altura, donde ellas se encuentran”, finalizó.