Por esas cosas del fútbol, Ferro no festejó, pero ya se sentía un ambiente tenso antes de empezar. Había nervios en el aire y ya se sabía que era mejor que Ferro no ganara.
Terminó el partido y todo lo que se creía, pasó. Las piedras, la policía que disparaba balas de goma a mansalva y sin motivo…
Los que fuimos con chicos, lo primero que hicimos fue subir al colectivo. Suponíamos que íbamos a estar más seguros ahí arriba.
Porque estaba rodeado de policías.
Pero en cambio se desató la barbarie. La policía comenzó a tirar para arriba de los colectivos, donde se encontraba la gente de Pico.
Destrozaron ventanillas, los vidrios saltaban para todos lados, los chicos tirados en el piso y sin saber qué hacer.
En un momento vimos que uno de los nuestros, “Tato” Gómez, venía todo ensangrentado. Lo habían lastimado. Pedimos ayuda a la policía para que lo llevaran al hospital y desde un costado nos miraban y se reían.
Sólo la gente de Ferro que estaba abajo lo ayudaba. Estábamos solos entre la hinchada de Belgrano y la policía, que también, en conjunto, agredían a mansalva y se reían de nosotros y hacían señas obscenas irreproducibles.
Solos quedamos entre la sangre, los vidrios rotos, las balas y la violencia. Y éramos familias que fuimos a la cancha como siempre.
¿Por qué no nos cuidaron? ¿Por qué nos agredieron de esa manera sin motivo? ¿Por qué la policía que es quien tiene que cuidar de nosotros, nos entregó de esa manera? ¿Por qué la policía que es quien tiene que garantizar la seguridad, no pensó en nuestros hijos?
¿Por qué no ayudaron a una persona que perdía tanta sangre y estaba realmente lesionada? ¿Por qué se le rieron en la cara de esa manera?
Cuántas preguntas juntas. Fuimos a disfrutar de un domingo a la cancha, a alentar a nuestros jugadores, muchos a nuestros familiares que tenemos jugando y fue un domingo empañado por la sangre, la violencia, la falta de seguridad y la indignación de saber que quienes debían cuidarnos, la policía, nos entregó de una manera inentendible.
Qué falta de respeto a la vida, al uniforme que llevan puesto! No tiene nombre ni forma de calificar lo ocurrido. Somos muchos los que no entendemos lo que realmente pasó.
Que la gente de Belgrano lo haga es folclore del futbol… pero, ¿la policia? Sáquense la camiseta señores policías. Olvídense de que somos piquenses y ustedes santarroseños y pónganse el uniforme y cumplan su trabajo que para eso les pagan.
Al fin de cuentas somos todos humanos y de La Pampa señores, no importa los colores ni el equipo, más a sabiendas de los graves hechos de violencia que vienen ocurriendo en torno al fútbol y la violencia que hoy en día es tan común.
¿Cómo se termina la violencia si la policía que es quien tiene que garantizar y evitar, la practica? Qué vergüenza…
G.D.B.
(Hay firma responsable)