Nos hemos encariñado mucho por ser uno de los sitios que nos espera cada vez que venimos a Europa y en los últimos dos años es donde dejamos nuestra camioneta descansar durante el invierno de acá.

Tiene poquito más que 5000 habitantes y está rodeado de montañas, ríos y lagos.

Los turistas y la gente de la zona se acerca para hacer largas caminatas por la montaña, el lugar ofrece cientos de vías para disfrutar del bosque, beber de las fuentes agua de la montaña, escalar en roca o llegar a refugios donde pasar el día.

El verano es cálido y agradable, lleno de sol, de verdes y de colores. El invierno frio, suele cubrirse de blanco por la caída de nieve.

Canzo es muy pintoresco, simple y acogedor, el centro es pequeño, sus calles angostas y la mayoría sin vereda (algo común en los poblados antiguos) con algunos comercios y un supermercado.

Y con una conducta impecable a la hora de reciclar.

Pero lo más importante de todo para nosotros es que acá nos espera nuestra amiga Manu, incondicional, con su corazón enorme. Y detrás de ella su familia con los brazos siempre abiertos y un BENVENUTTI! a nuestra llegada. Felices de estar acá!

Nos ofrecen un lugarcito en su enorme jardín donde instalamos nuestra casa móvil y donde cada vez antes de cada viaje aprontamos muy tranquilamente la próxima salida al mundo, con tramites y arreglos que se necesitan, encuentros y mas encuentros con amigos maravillosos, libros a la sombrita de la higuera, paseos, mas encuentros y así se pasan los días... en Canzo y en familia.

Queríamos compartir con ustedes un poco del lugar de donde arranca nuestro viaje!

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Gracias por acompañarnos!