Un mes después de haber vivido horas críticas en una quinta de la agrupación Remar, la mujer pampeana de 22 años que denunció públicamente los métodos del pastor Pedro Gómez redoblará la apuesta y pedirá que la Justicia Federal la acepte como querellante.

Así lo confirmó al diario El Puntal, Nadia Ayelén Robidu, la joven que se internó por sus propios medios en Remar Río Cuarto con la idea de desintoxicarse de las drogas y debió ser rescatada de urgencia por sus familiares.

El pastor español Pedro Gómez y su mujer Maité Varela se encuentran acusados de trata de personas y, en los próximos días, podrían ser citados a indagatoria por el Juzgado Federal. Fueron notificados de la imputación en su contra, aunque se estima que la acusación por la Ley de Trata de Personas tenía larga data y se habla de causas denunciadas en 2014.

El dramático testimonio de la joven de 22 años, que sólo alcanzó a estar cinco días en la quinta para mujeres Remar, fue la gota que rebalsó el vaso y motivó un espectacular operativo de la Policía Federal.

La denuncia pública reveló condiciones inhumanas de vida en la quinta reservada para las mujeres con problemas de adicción y sus hijos. “Mamá, sacame de acá, me estoy cagando de hambre y nos tratan como ratas” fue el mensaje de auxilio de Nadia Ayelén Robidu a su padre y su hermana, quienes llegaron de urgenciadesde General Pico.

A su regreso, la chica piquense junto a su hermana, empezaron a movilizarse para dar a conocer públicamente lo que consideraron una situación de alto riesgo para las internas y un aprovechamiento de las personas que acuden desde distintas provincias a Remar Río Cuarto, ilusionadas con una rehabilitación.

Robidu mencionó que, si bien los folletos que vio en La Pampa promocionaban una organización gratuita, “lo primero que hicieron cuando llegué a Río Cuarto fue preguntarme qué ingresos tenía”, y agregó que allí son los responsables del centro los que manejan el dinero que las internas reciben por asignaciones familiares o pensiones.

Antes de retirarse de la quinta, la chica pampeana recibió pedidos de auxilio de otras compañeras. “Me dieron los teléfonos de sus familias y sus Facebook para que las localizara y las ayudara a salir de ahí”, confió la joven al Puntal de Río Cuarto.

Robidu cumplió su palabra. Lo primero que hizo fue comunicarse con los padres de las mujeres y advertirles lo que sucedía puertas adentro de Remar.

La marcha del proceso

Con el mismo hermetismo con el que se cumplieron los allanamientos, se siguió manejando la causa judicial contra el pastor Gómez y su pareja.

A través de su abogado defensor, el acusado de trata pidió que se le otorgue el beneficio de la exención de prisión, es decir, que se lo mantenga en libertad mientras se reúnen testimonios y otras pruebas.

También se supo que en los días posteriores al operativo que cumplieron la Policía Federal y la Secretaría de Trata de la Provincia declararon en el Juzgado las mujeres que fueron sacadas de Remar y enviadas a refugios de la capital provincial.

Cada uno de esos pasos fue seguido con celo desde Santa Rosa de La Pampa, donde Nadia Robidu y su hermana Daiana hicieron todo lo posible para poner sobreaviso a familiares de otras mujeres alojadas en Remar.

Pero las hermanas que pusieron en entredicho a la organización con sede central en España no quieren correr el riesgo de que la causa judicial entre en una meseta cuando el grave episodio desaparezca de los medios.

“Estamos dispuestas a presentarnos como querellantes en Río Cuarto para no perderle pisada a la causa y para que esto llegue hasta las últimas consecuencias”, anticipó Daiana Robidu.

Fuente: El Puntal