Esos compañeros se presentaron en el cuartel y a pesar de ser invitados a deponer su actitud -invitación que por una conducta de compañerismo nadie aceptó-, luego fueron detenidos y trasladados a Buenos Aires y de allí a la histórica isla Martín García.
De todo el grupo uno solo fue derivado a otro lugar.
Me avala para hacer esta observación, el hecho de que mi padre fue 25 años “fraternal” y yo 36 años. Estuve varios años en la Unión Ferroviaria y luego en A.P.D.F.A., o sea, MI MEMORIA ES UN ARCHIVO FERROVIARIO.
Pasando al tema que me interesa, yo diría que el programa televisivo fue un simple panfleto político. No conozco los fines. Lo que si me consta es que la historia está tergiversada, costumbre argentina que a partir de los paraguas del 25 de Mayo en adelante varias veces la historia ha sido contada según el color de quien la cuenta.
Así que los historiadores pampeanos no hicieron otra cosa que cumplir con nuestras costumbres y en vez de respetar a muerte esta historia ferroviaria, no solo por nosotros, sino que a General Pico lo parió el FerroCarril.
En cuanto al cineasta, se que ha filmado otra historia –que no he visto-, que protagonizó su abuelo y sé también que también se dedica a la política en nuestra provincia.
Yo con todo respeto le diría que trate de hacer cine y no rebuscárselas con fotos viejas y unos dibujos que tratan de transmitir espanto. Mis compañeros a los que les tocó la patriada, vivieron momentos tensos, pero una vez ubicados en su destino, supieron moverse hasta pasarla lo mejor que pudieron.
En cuanto a mis compañeros que se prestaron al requerimiento de este equipo, rescato las declaraciones de Fernández y Trovatto y en cuanto a las otras, por tratarse de compañeros de bien, las respeto.
Y dejo para el final las de Guerrero, expresidente de la Unión Ferroviaria local.
Nunca estuvo en ninguna lucha y si no, sería interesante que explicara su posición en los ’90, cuando junto a Pedrazza –hoy detenido-, y la gente de Menem, llevaron a cabo el desguace ferroviario, mandando a la muerte civil a 90 mil agentes, la desaparición de 600 pueblos y miles de kilómetros de vía.
En ningún momento el corto habla del alma mater que originó esta patriada, que fue el señor Aníbal Tellechea. Lamentablemente no está entre nosotros y jamás tuvo contacto con el movimiento peronista. Su pasión era el gremialismo en lo más puro del significado de dicho término y su otra pasión fue su Partido Comunista.
Aníbal vivió perseguido, denunciado por algunos de sus compañeros de la Unión Ferroviaria que lograban hacerlo detener, hasta que lograron hacerle perder el trabajo.
Vivió como pudo y después fue vuelto a tomar, lástima que partió demasiado joven, pero dejó una huella que hoy todavía entre algunos viejos ferroviarios lo recordamos como un ser ejemplar.
En vez de tanto mal relato de la historia, se tendrían que preocupar un poco más por saber si a estos hombres que vivieron estos momentos se les abonó lo prometido por los Derechos Humanos y otras reparticiones.
Para finalizar, se aprovechó el espacio para que el aprendiz de ferroviario, nuestro hombre de la política –Osmar-, mechara otro tema de su padre que nada tiene que ver con la historia que se trata de relatar.
Señor director, tengo mucha más tinta, pero sé que el espacio es tirano, así que me despido agradeciéndole su atención.
Gracias.
Horacio A. Samarich
Documento 4 199 718