Antes de las 12, una amenaza de bomba en el edificio de la AFA en la calle Viamonte. Un llamado alertó a los empleados del organismo regulador del fútbol de un posible atentado, informó Cancha Llena.
Como marca el protocolo, todos abandonaron el recinto. Pero cuando salió Luis Segura, quien resiste como presidente del ente, se encontró con una decena de periodista que lo abordaron.
"No hablo. No hablo", repitió una y otra vez el dirigente, que se tuvo que volver antes de la final de la Copa América por la amenaza de intervención de la AFA y la comunicación de la FIFA. "Por favor, saben que yo siempre los atiendo, pero ahora no quiero hablar", repitió Segura ante la insistencia de los medios. La policía cerró la calle Viamonte a la altura 1300.