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  JUEVES 26/05/2016
Prisión en suspenso para padrastro que casi mata a golpes a nene de 3 años
El juez de Audiencia en Juicio, Florentino Rubio, condenó a 3 años de prisión en suspenso a Darío Oscar Adam, como autor material y penalmente responsable del delito de lesiones graves en perjuicio del hijo de su novia. La justicia acreditó que Adam golpeó al niño en la cabeza con un palo. El pequeño ingreso al hospital con grave riesgo de vida.

El juez Rubio también condenó a Adam –de 39 años, nacido en Santa Rosa y domiciliado en la calle 19 entre 104 y 106, donde se produjo el hecho-, a pagar costas y a observar una serie de reglas de conducta por un plazo de 3 años, entre ellas a fijar residencia y someterse al cuidado de un patronato, abstenerse de acercarse al niño y a su madre, M.C.F., a menos de 200 metros y de comunicarse por cualquier medio con ellos y a someterse a un tratamiento psicológico, previo informe que acredite su necesidad y eficacia en orden al delito por el que se lo condenó.

La audiencia de debate se concretó los días 17 y 18 de mayo.

Intervinieron, en representación del Ministerio Público Fiscal, el fiscal Alejandro Gilardenghi y como defensor del acusado, el abogado Abel Tanús Mafud.

El juez resolvió primero una cuestión preliminar, negando al acusado la suspensión del juicio a prueba, amparado en la profusa legislación que prima los derechos del niño por sobre otras cuestiones.

“De la prueba producida surge con claridad la gravedad de la conducta del acusado, quien debiendo cuidar a una persona absolutamente indefensa como es (el niño), lo agredió físicamente al punto de poner en grave riesgo la vida del mismo. De este modo, entiendo que en la resolución del presente conflicto, prima el interés del menor sobre el interés del acusado”, dijo Rubio en su fallo.

Al argumentar su resolución, el juez indicó que “la prueba debatida permite tener por cierto que Darío Oscar Adam agredió físicamente en reiteradas oportunidades, una de ellas con un palo, al menor (…), de 3 años de edad, hijo de M.C.F., quien al momento era pareja de Adam, causándole diversas lesiones. Los hechos ocurrieron durante el tiempo que convivieron en el domicilio de calle 19 de esta ciudad, culminando el maltrato físico con las lesiones ocasionadas el 15 de febrero de 2014, las cuales derivaron en un traumatismo de cráneo con pérdida de la conciencia, que puso en peligro la vida” del pequeño.

Entre los testigos, el juez citó la declaración de Bibiana Marina Estrada, quien relató que “es vecina de Adam y trabaja como enfermera en el servicio de pediatría del hospital. Recordó que en febrero de 2014, cuando estaba durmiendo, la llamó su padre diciéndole que el nene del vecino estaba descompuesto, por lo que le indicó que llamara al S.E.M”.

“Como su padre insistió en que fuera porque el nene estaba inconsciente, se levantó, salió y vio que Adam salía con el niño en brazos. Constató que el nene no tenía pulso, por lo que comenzó a realizarle masajes para reanimarlo, hasta que respiró profundamente y recuperó algo el pulso, luego le pidió a su padre y a Adam que pararan un auto para llevarlo al hospital, porque corría peligro de vida”.

También se tuvo presente el testimonio de “Nelsy Castro, médica del hospital, quien ratificó el certificado médico extendido el 17 de febrero de 2014 en el refiere “que el día sábado ingresa por guardia el niño  (…), de 3 años (traído por su padrastro) en estado grave, inconsciente, con Glasgow 3/10 y hematomas múltiples por lo que se da aviso a la Comisaria III, a las 12.35 horas por sospecha de maltrato infantil, a la fecha continúa internado, también se dio aviso al Médico Forense para constatar lesiones”.

Castro manifestó que “trabaja en el servicio de emergencias de la guardia de pediatría del Hospital Gobernador Centeno. Recuerda que atendió a la criatura, que tenía un traumatismo de cráneo. Lo recuerda porque fue un caso muy peculiar, ingresó con un estado de salud gravísimo, casi muerto. Relató que entró el padrastro muy asustado con el niño, el que previamente había recibido asistencia de parte una vecina que era enfermera; le dijo que le había dado la mamadera y luego lo encontró desvanecido, tirado en el piso inconsciente. En un primer momento pensaron que había sufrido una bronco aspiración, pero luego constató que tenía lesiones. Le preguntó a la madre si el niño recibía maltrato, ésta se quedó muda sin negarlo. Recuerda que le llamó la atención la cantidad de moretones que tenía el menor, esto no era normal. Explicó que las lesiones en las rodillas, por ser una zona proclive a sufrirlas, en los niños pueden ser accidentales por caídas, no así las lesiones en el abdomen y en la cabeza que tenía el niño”.

La médica explicó que “la escala Glasgow se utiliza en neurología para saber qué estado de conciencia tiene la persona. Una persona en estado de conciencia normal tiene un Glasgow 15/15, el niño tenía 3/10, lo que indica que su estado era grave, estaba en riesgo su vida, hubo que intubarlo porque tenía dificultades para respirar. Para llegar a esta escala, se evalúa la respuesta de la conciencia, la respuesta motora, la respuesta al dolor, la apertura ocular espontánea, en el caso concreto el niño no respondía a estímulos dolorosos que es el último ítem, con puntaje 0. Al exhibirse las fotografías de las lesiones las reconoció y dijo cree que tenía un traumatismo grave de cráneo”.

También el testimonio del forense Graciano Masó, quien ratificó su informe refiriendo que el día 15 de febrero de 2014, en la guardia de Pediatría del hospital examinó al niño, “quien presentaba las siguientes lesiones: “hematoma bipalpebral del ojo izquierdo, hematoma malar bilateral a predominio de la región izquierda, hematoma retro auricular derecho, escoriaciones y lesiones de aspecto necrótico en la región occípito parietal derecha, hematoma evolucionado en el tercio superior del brazo derecho, equimosis en el brazo izquierdo, varias equimosis en el abdomen localizado en flanco fosa ilíaca y región umbilical, varias equimosis de aspecto lineales en la espalda, equimosis en la región cervical, región glútea derecha y cresta ilíaca, equimosis con edema en rodilla izquierda, equimosis en cara interna del tobillo izquierdo, equimosis en cara externa de muslo derecho, equimosis en mitad derecha de la frente”.

“Teniendo en cuenta la multiplicidad de las lesiones en distinto tiempo evolutivo, el cuadro es muy sugestivo de un síndrome de traumatismos múltiples no accidentales o síndrome del niño maltratado. De esas lesiones tomó fotografías, las cuales reconoció al serle exhibidas en el debate”.

“Manifestó que las lesiones no eran recientes, tenían distintos tiempos de evolución, con distintas etapas de cicatrización. Explicó que el mecanismo de producción puede ser por un golpe con o contra una superficie dura o roma. Respecto a la lesión cortante en la cabeza, no puede determinar el medio que la produjo, debido a que estaba en etapa de cicatrización, no puede contestar con certeza si fue ocasionada con un palo, posiblemente pudo estar relacionada con un golpe, pero no puede precisar de qué características fue éste”.

“Respecto al síndrome del niño maltratado que consignó en su informe, refirió que cuando existen lesiones con distintos tiempos de evolución en distintas zonas del cuerpo, y lesiones sumamente importantes en niños muy pequeños, donde no existe una correlación entre las lesiones y los mecanismos de producción, hacen sospechar al médico que se puede estar en presencia de este síndrome”.

El juez tuvo en cuenta además, la declaración de la madre del nene, quien relató que “se fue a trabajar y el niño quedó durmiendo. Luego le avisaron, estando en su trabajo, que su hijo estaba descompuesto. Cuando llegó al hospital vio que tenía un golpe en la cabeza, fue una sorpresa verlo así. Hacía dos semanas que vivía con el imputado en su domicilio de calle 19 entre 104 y 106 y ocho meses que salían. Se fue a vivir con Adam porque su mamá que no le podía cuidar más al nene y ella necesitaba trabajar. Su relación con Adam siempre fue normal, no había reacciones de su parte, por ello se sorprendió cuando lo vio así al nene, nunca hubo violencia con él. No recordó si su hijo vivió un hecho traumático semanas antes, adujo que sí había observado que tenía moretones, pero que Adam le decía que se había caído y como era inquieto y siempre se caía no sospechó nada”.

Después de que declaró en Cámara Gesell, el niño narró a su madre que “Darío le había pegado con un palo en la cabeza. No recuerda la cantidad de moretones que tenía su hijo, pero antes del hecho nunca le vio tantos, siendo ella la que siempre lo bañaba. Afuera del hospital Adam le decía que lo perdonara, lo repitió varias veces, en ese momento no entendía el porqué, lo comprendió después que su hijo declaró en Cámara Gesell. Adam nunca le manifestó que el nene se había caído en una fosa; actualmente se encuentra bien, juega y va a la escuela”.

De la historia clínica surgió también que el pequeño presentaba: una condensación parenquimatosa compatible con contusión en parte postsuperior del lóbulo pulmonar superior derecho, en la retina del ojo derecho dos hemorragias en llama paramacular, una superior y una inferior, una hemorragia inferior puntiforme. Asimismo, se especifica que el hematoma y edema en región preauricular hasta hueso frontal bilateral es de reciente comienzo.

Rubio precisó que también tuvo presente la declaración de la víctima, “quien al preguntársele como se produjeron las lesiones que tiene en la cabeza, respondió que fue Darío, el novio de su mamá, que le pegó con un palo como los que usan para barrer”.

“Adam en su descargo manifestó, que el sábado que internaron al niño, estaba trabajando afuera con los autos y el nene estaba en el galpón tomando el desayuno, que era una leche con masitas, cuando entró para dejar una máquina ve que el nene estaba tirado en la mitad de la fosa, en la parte que está tapada con tablones, relacionó que el nene se había caído, entonces lo primero que hizo fue levantarlo pero se desvanecía, no quedaba en pie, se asustó, lo llevó al baño y le mojó la cara y la cabeza para que reaccionara. Como no reaccionó, fue a buscar ayuda a la casa de la vecina, que es enfermera”.

“La defensa material de Adam no es sostenible –dijo el juez-. Como se asentó en la historia clínica, el niño presentaba hematoma y edema en región preauricular hasta el hueso frontal, bilateral, que entiendo se corresponde con el hematoma malar bilateral que describió el doctor Masó. Es decir que recibió un golpe en el lateral derecho de la cabeza y otro en el lateral izquierdo. Si se hubiere caído accidentalmente en la fosa, tendría un sólo hematoma en el lugar de la cabeza con que golpeó contra el piso, y no dos a ambos lados. Esto, permite inferir que esos hematomas no fueron producto de una caída, como así también, que se produjeron la misma mañana de la internación,  ya que como quedó dicho fueron descriptos como de “reciente comienzo”.

Comentarios
 
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 27/05/2016 | 00:24 Hs
Enviado por abogados
que injusticia hay en pico que verguenza los jueces!!!!
 
 26/05/2016 | 22:26 Hs
Enviado por Realidad
Lo que ha pasado seguramente es que no es la criatura de nunguna personalidad politica.
 
 26/05/2016 | 18:04 Hs
Enviado por abogada
Con toda esa prueba ¿por qué le dan prisión en suspenso? ¿Por qué no lo encierran por los 3 años??????????????????????
 
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