He notado hace ya un tiempo que las dirigencias de juventud en los distintos organismos e inclusive partidos políticos son ocupadas por no tan jóvenes, es decir esos puestos son usurpados por gente que ya no pertenece a esa etapa de la vida. Podríamos decir que un pensamiento joven debe estar entre los 16 y 25 años , hay un lapso de diez generosos años, no es interminable, el espíritu puede ser joven hasta los 90 pero la vivencia es lo que cuenta acá y lo que sobra es el oportunismo de muchos caraduras, la mayoría de las veces son pavos que vienen de la mano del papá político que sabe que el nene ó la nena no sirven para nada. Hay casos donde una persona de 22 años es adulto, es esa etápa donde la vida tiene cambios. No le roben protagonismo A los jovenes por ambiciones y egoísmos personales. Jóvenes sean ustedes quienes eligen a sus representantes.